Capítulo 166

Maldita reencarnación (Novela)

Capítulo 166: La Reina de los Demonios Nocturnos

El Reino Demoníaco de Helmuth, es una nación adecuada para la vida de humanos y demonios.

A los ciudadanos que viven allí se les garantiza un nivel de vida mínimo incluso si no trabajan.

Los antiguos muertos vivientes creados por demonios de alto rango y magos negros junto con las innumerables bestias demoníacas controladas por el Rey Demonio hacen todo el trabajo que los ciudadanos harían normalmente. Gracias a esto, las vastas tierras de cultivo de Helmuth siempre estaban cubiertas de trigo, independientemente de la estación.

Los ciudadanos de Helmuth no necesariamente tenían que pagar sus impuestos con dinero, sino que podían pagar sus impuestos con fuerza vital. En otras palabras, incluso si no tenían un solo centavo en el bolsillo, era posible que mantuvieran un nivel de vida mínimo simplemente pagando con fuerza vital regularmente.

Sin embargo, como sucedía con la mayoría de los seres, su codicia era infinita. Con solo aceptar la condición de que se les pondría a trabajar durante los diez años posteriores a su muerte e hipotecar sus almas, los humanos que emigraron a Helmuth podían disfrutar de una vida lujosa.

¿Y los demonios?

No eran muy diferentes de los humanos. Sin embargo, en el caso de los demonios, no eran tan rápidos para vender sus almas como los humanos. Debido a que estaban familiarizados con los contratos del alma, los demonios eran muy conscientes de lo peligroso que era y cuánto cuidado había que tener al vender sus almas.

Esta era la razón por la que los demonios se preparaban para hacer cualquier trabajo personalmente. Si bien era cierto que las bestias demoníacas y los muertos vivientes eran convenientes de usar, Helmuth no perseguía a aquellos que eligieron trabajar por su propia voluntad. Si había alguien que quisiera trabajar, se le daba prioridad para que se le proporcionara un trabajo.

Así de capaz era el Ministerio de Empleo y Trabajo de Helmuth, y cuán grande era el Rey Demonio, que gobernaba este inmenso imperio, respetando y garantizando todos los derechos y libertades de su pueblo.

Gracias a eso, en los sitios de construcción, además de los trabajadores no-muertos, también estaban trabajando muchos de los demonios de rango más bajo. Habían accedido a que se les pagara algo de fuerza vital y cien mil sals por el trabajo del día. Por supuesto, lo que estos demonios realmente querían era la fuerza vital en lugar del dinero.

Para los demonios, la fuerza vital era esencial para el crecimiento de su fuerza. Sin embargo, ¿quién diablos querría hacer un contrato con estos demonios comunes y proporcionarles sus almas y fuerza vital?

Por lo tanto, el Ministerio de Empleo y Trabajo había aprobado una regulación según la cual a los demonios comunes se les debía pagar con el rango más bajo de fuerza vital como parte de su salario. ¡Algo muy generoso por parte del Rey Demonio del Encarcelamiento!

Pero, ¿quién podría haber imaginado la siguiente escena en un sitio de construcción?

—¡Uno, dos! ¡Uno, dos! — gritó una mujer vestida con un casco amarillo y un atuendo de trabajo.

¿Cuál era la identidad de esa mujer que estaba bailando en lo alto de una torre de observación, enviando gritos de aliento como si estuviera cantando y agitando un par de varitas de tránsito con ambas manos como si fueran un par de pompones de animadora?

—¡Pon tu espalda en esto! ¡Pon tu…! ¡Espera, espera un segundo! ¡Tú, él de allí! ¡Deja de perder el tiempo! ¡Aún no es la hora del descanso! —

La mujer sopló el silbato que colgaba de su cuello.

¡Piiiiii!

Uno de los demonios comunes, que había estado agazapado en un rincón oculto del sitio de construcción, dejó escapar un suspiro y se levantó.

—¿Quién diablos es ella? — le preguntó el demonio a uno de sus compañeros de trabajo.

—Quién, ugh, quién sabe— fue la respuesta.

—¿Por qué habría una animadora en un sitio de construcción? —

—¿Un hu, slurp, un humano? —

—Oye Sr. Komu, no estarás pensando en hacer nada extraño, ¿verdad? Esto no es un barrio pobre, un callejón o una alcantarilla… si babeas por un humano, serás acusado de un delito y tu alma podría ser tomada—

“Slurrrrp”

—Lo sé, lo sé. Pero eras un delincuente anteriormente, Sr. Komu. Es por eso que debes ser aún más cuidadoso. Las restricciones en tu alma ya han hecho que mantener una conversación sea difícil… ¿Cuánto más difícil será si la próxima restricción te deja sin poder hablar? —

“Sluuuurp”

Ante estas palabras del demonio cíclope, Sr. Gargal, una expresión sombría apareció en el rostro del demonio slime, el Sr. Komu. Aparte de unos pocos como Gargal, los demonios de menor rango generalmente estaban bastante lejos de tener una apariencia humanoide. Esto no se podía evitar, ya que la mayoría de los demonios comunes eran en realidad bestias demoníacas que habían ganado conciencia de sí mismas y se habían convertido en personas.

—¡Uno, dos! ¡Uno, dos! —

Después de confirmar que el demonio común se había levantado y comenzó a trabajar de nuevo, la mujer volvió a balancear sus varitas de tránsito mientras gritaba palabras de aliento.

—¡Si aguantan un poco más, será hora de almorzar! ¡Aunque todos ya deberían estar al tanto de esto, el almuerzo de hoy se basará en el cuestionario que completaron esta mañana! ¡Dentro de los límites legales, por supuesto! —

A veces, había algunos demonios que se iban por la borda. Tal vez porque no eran buenos para estudiar y eran ignorantes, esos idiotas escribirían carne humana en el cuestionario del menú del almuerzo.

Eso fue lo que la mujer había enfatizado “dentro de los límites legales” mientras gritaba.

—¡La razón por la que podemos preparar todas estas comidas de acuerdo con sus deseos es por la gracia de la Duquesa Noir Giabella, quien es cliente de este sitio de construcción como también la Directora Ejecutiva de nuestra Empresa de Construcción de Ensueño! ¡Ahora bien, todos los trabajadores, asegúrense de agradecer a la Duquesa Giabella! ¡Gritemos todos juntos ahora! —

“…”

Después de unos momentos, los trabajadores siguieron sus instrucciones.

—¡Nuestro agradecimiento a la Duquesa Giabella! —

Un fuerte rugido resonó en todo el bosque alrededor del sitio de construcción. La mujer se dio la vuelta con una expresión feliz en su rostro ante estos gritos resonantes. Luego saltó de la torre de observación que era extremadamente alta.

—Qué impresionante—

Al pie de la torre de observación estaba parado un hombre vestido con un traje negro y con el pelo bien peinado.

Sobre sus hombros había un par de hombreras doradas y su pecho estaba cubierto de medallas ornamentadas.

Sin embargo, nadie allí parecía ser consciente del hombre. Y no era solo el hombre. De los trabajadores que deambulaban por el trabajo, ninguno prestó atención a la mujer que acababa de saltar de la imponente torre de observación.

—¿Qué quieres decir con eso? — preguntó la mujer.

—Estoy asombrado de lo gruesa que es tu piel— comentó el hombre.

—Jaja, estás hablando del “agradecimiento a la Duquesa Giabella”. ¿Escucharlos gritar te molestó? — preguntó la mujer mientras se quitaba el casco.

En el momento en que lo hizo, abundantes tiras de cabello negro ondulado, que parecían imposibles de haber podido caber en ese casco, cayeron sobre su espalda.

—Si ese es el caso, entonces me aseguraré de incluir tu nombre para la próxima vez. Gracias a la Duquesa Giabella y gracias al Duque Lindman. ¿Cómo suena eso? — la Reina de los Demonios Nocturnos, Noir Giabella, le preguntó con una sonrisa.

Ante su brillante sonrisa, Gavid Lindman se encogió de hombros y dijo —Eso no es lo que intentaba señalar. Después de todo, sé desde hace cientos de años que eres alguien que rebosa narcisismo—

—Entonces, ¿qué podría estar molestando exactamente a nuestro querido Duque Lindman? —

—¿No eres consciente de que todas las comidas que se sirven aquí son solo alimentos para proporcionar nutrición y son horribles o no tienen nada de sabor? —

—Mientras estén felices cuando se lo lleven a la boca, no importa si no pueden saborear lo real, ¿verdad? — dijo Noir Giabella con una sonrisa mientras sus ojos brillaban como un cielo lleno de estrellas —Además, dado que nos hemos asegurado de su valor nutricional, siento que esta charla está fuera de lugar. Debido a que nos hemos asegurado de que vean las cosas que quieren comer, podrán saborear lo que quieren mientras coman—

Todo esto se debe a la habilidad de los Ojos Demoníacos de la Fantasía.

La habilidad de estos Ojos Demoníacos se había transmitido como una leyenda incluso entre los demonios nocturnos, cuya existencia mezcla la realidad con los sueños. Noir Giabella ya era poderosa desde el principio, pero hace mucho tiempo, consiguió los Ojos Demoníacos de la Fantasía y reemplazó sus propios ojos.

Desde entonces, Noir Giabella comenzó a ser llamada la Reina de los Demonios Nocturnos. Y varios cientos de años después de eso, se había convertido en la gobernante de uno de los grupos más poderosos de todo el Reino Demoníaco de Helmuth.

Noir Giabella fue al grano —No hay forma de que alguien de tu estatus venga aquí a preguntar sobre un problema con las raciones que servimos a nuestros trabajadores, ¿verdad? Además, no he hecho algo que podría considerarse una violación a las leyes del majestuoso Rey Demonio—

—Por favor, no te preocupes. No hay una razón en particular por la que haya venido hoy. Si tuviera que decir por qué, sería solo curiosidad personal— afirmó Gavid Lindman, la Espada del Encarcelamiento.

Miró a su alrededor tranquilamente. Escuchó los fuertes ruidos de este enorme bosque que estaba siendo talado por orden de Noir Giabella.

—Como ya te dije, fui y obtuve permiso antes de hacer algo— Noir hizo un puchero.

—Lo sé. Este bosque ha sido tuyo desde hace algún tiempo, y eres libre de hacer lo que quieras con él. Siempre y cuando puedas permitirtelo, por supuesto— Gavid giró la cabeza para mirar a Noir y preguntar —Pero, ¿qué rayos pretendes hacer con este bosque? —

—Voy a construir un casino— declaró Noir con orgullo.

—¿No es un sitio demasiado grande para simplemente construir un casino? — señaló Gavid.

—El casino no tendrá sentido si lo mantenemos aislado en el bosque. Así que, en primer lugar, voy a limpiar todo. Luego comenzaré con un casino y un hotel… después de eso, planeo construir todo lo demás— respondió Noir con una sonrisa —En pocas palabras, planeo crear una gran instalación turística que me represente. Con demonios nocturnos contratados como personal. ¿También podría organizar algunas instalaciones de juegos para niños y construir un museo dedicado a consagrar mis hazañas? También quiero erigir algunas estatuas… Ah, ¿quieres que ponga algo sobre ti también? Pase lo que pase, será difícil para mí decorar el lugar yo sola—

—¿Qué tal algo para el Rey Demonio del Encarcelamiento? — preguntó Gavid, cediendo.

—¿Cuál sería el punto de eso? Las estatuas del Rey Demonio del Encarcelamiento ya se han erigido en todo Helmuth, y todas las bibliotecas públicas están llenas de biografías que conmemoran los logros del Rey Demonio— dijo Noir con duda.

Gavid declaró piadosamente —No importa cuánta adoración y reverencia por mi Señor abunde, nunca será suficiente—

—Es por eso que quiero un poco para mí— dijo Noir celosamente —Dado que es mi tierra no hay problema con que haga algo para mí, ¿verdad? Este Parque Giabella se convertirá en la mejor atracción turística de todo Helmuth, te lo garantizo—

¿Ya has decidido ese nombre? Gavid asintió con una sonrisa irónica en su rostro.

—Si te has decidido, entonces deberías hacer lo que quieras. Mientras selecciones cuidadosamente las habilidades de los demonios nocturnos que emplearán… Hm, ni siquiera puedo imaginar cuánta fuerza vital extraerán de los turistas— suspiró Gavid con admiración.

—Si pagaré mis impuestos, así que no tienes que preocuparte por eso— prometió Noir.

—Soy muy consciente de que mantienes tus manos escrupulosamente limpias cuando se trata de tales asuntos. Sin embargo, ten cuidado y mantén bajo control la codicia de los demonios nocturnos que te sirven— advirtió Gavid.

—¿Han sido acusados alguna vez los niños bajo mi mando por violar la ingesta estandarizada de fuerza vital? — resopló Noir .

—Estoy hablando de un tipo diferente de codicia— dijo Gavid mientras miraba a Noir con tranquilidad usando sus ojos profundos.

—Jaja— Noir asintió con la cabeza mientras sonreía —Ya te dije esto hace 3 años, pero no pondré excusas por Olpher. Después de ascender a la posición de Barón, se precipitó demasiado—

Eoin Olpher, era el íncubo que había ostentado el título de Barón. Hace 3 años, intentó hacer un contrato con Eward Lionheart.

De hecho, un demonio haciendo un contrato con un humano no era un crimen. Sin embargo, la otra parte era el hijo mayor de la línea directa del Clan Lionheart. Dado que el Clan Lionheart estaba enfurecido por este asunto, el Rey Demonio del Encarcelamiento se había disculpado por ofender al clan de su querido Vermut al decapitar personalmente a Olpher.

Noir jadeó —Espera, ¿sospechas que estuve involucrada en la rebelión que tuvo lugar en el Castillo del León Negro hace un tiempo? —

—Has sentado un precedente para eso— confirmó Gavid.

—Esto es realmente molesto. Ni siquiera le dije a Olpher que intentara firmar un contrato con ese joven maestro del Clan Lionheart— Noir inclinó la cabeza hacia un lado confundida cuando dijo —Y de la misma manera, tampoco estuve involucrada en la rebelión que sucedió en el Castillo del León Negro—

No toda la información sobre la rebelión que había tenido lugar en el Castillo del León Negro había sido completamente revelada.

Eward Lionheart, el hijo mayor de la familia principal, Dominic Lionheart, un Capitán de los Caballeros del León Negro, y Héctor Lionheart, miembro de una rama colateral; esos tres y otros que estaban escondidos dentro de las ramas colaterales que albergaban resentimiento hacia la familia principal, conocidos como el “Orgullo”, habían intentado llevar a cabo un ritual malvado en el Castillo del León Negro.

En el proceso, Deacon Lionheart de las líneas colaterales y el Jefe del Consejo Doynes Lionheart habían sido asesinados; Eward y Dominic, quienes habían planeado este incidente, también fallecieron.

Héctor Lionheart había escapado y las familias involucradas con el Orgullo se escondieron.

Eso era todo lo que se había dado a conocer al público. El espíritu de la oscuridad, el remanente de los Reyes Demonio, y el intento de resucitar a un Rey Demonio con ellos, no habían sido revelados.

—En primer lugar, ¿qué razón tendría para involucrarme? — Noir aún insistía.

Sin embargo, incluso si los Lionheart no lo hubieran hecho público, los demonios como ellos que habían vivido durante tanto tiempo podían adivinar cuál era el propósito del terrible ritual que Eward había estado realizando.

Doynes había muerto y Dominic había estado involucrado en este plan. Esto significaba que el Martillo de la Aniquilación y la Lanza Demoníaca pueden haber estado involucradas en ese ritual, pero ¿cómo podrían esos tres con sus antecedentes de caballeros, que no deberían tener un gran conocimiento de la magia, las reglas y los sacrificios involucrados en rituales como esos, haber realizado tal ritual sumamente peligroso?

“Algo” había ayudado a esos tres a preparar tal ceremonia.

Si el Martillo de la Aniquilación y la Lanza Demoníaca estaban involucrados, era obvio qué tipo de existencia había planeado este ritual.

—¿Qué razones podría tener para desear las resurrecciones de los Reyes Demonio de la Carnicería y la Crueldad, que murieron hace 300 años? — preguntó Noir.

Todos los demonios sueñan con ascender al trono de Rey Demonio algún día.

Y como la Reina de los Demonios Nocturnos, Noir Giabella era una de los pocos entre los innumerables demonios que estaba cerca de la posición de Rey Demonio.

Noir arrojó las sospechas a otra parte —Si son los miembros de las fuerzas de Carnicería y Crueldad que sobrevivieron estos últimos 300 años, entonces podrían haber sido los que esperaban esto. Siempre y cuando no hayan perdido su lealtad a los Reyes Demonio, podrían hacerlo—

Gavid Lindman puso otra sonrisa irónica ante estas palabras. Fue extraño escuchar esas palabras provenientes nada menos que de la boca de Noir Giabella.

Como ella había dicho, todavía había miembros de las fuerzas de Crueldad y Carnicería que sobrevivieron hasta ahora, después de que han pasado 300 años. Sin embargo, ¿seguirán teniendo la misma fuerza que habían mostrado en el campo de batalla en el pasado?

La respuesta es “no”. La mayoría de ellos habían perdido su fuerza. Durante este largo período de 300 años, se habían perdido en los dulces placeres, permitiendo que sus cuerpos y mentes se desmoronaran. Y fue Noir Giabella quien lo arregló personalmente. Ella había enviado a un gran número de demonios nocturnos que la servían para consolar a estos héroes de guerra que sobrevivieron, y cuando Noir Giabella decidió intervenir personalmente, esos demonios eran lo suficientemente adictos como para incluso estar dispuestos a firmar contratos que aumentaran su fuerza.

—De hecho, no hay ninguna razón por la que estarías involucrada— finalmente estuvo de acuerdo Gavid.

—Si realmente necesitas sospechar de alguien, en lugar de mí, ¿qué tal si visitas el Castillo del Dragón Demoníaco? — después de soltar una carcajada, Noir continuó hablando —Aunque no creo que ese dragón embriagado en su propio sentido de importancia personal realmente te abra la puerta—

—No necesitas preocuparte por el Castillo del Dragón Demoníaco— le aconsejó Gavid.

—¿Cuánto tiempo planeas dejar las cosas así? ¿No sabes cuán misericordiosa estoy siendo? Si me saliera con la mía, definitivamente tomaría un poco de eso también— admitió Noir con avidez.

Gavid la sermoneó —El título de los Tres Príncipes de Helmuth tiene significado porque somos tres. Tú, la Reina de los Demonios Nocturnos, yo, la Espada del Encarcelamiento y ese Dragón. Su Majestad, el Rey Demonio, no desea que se altere este equilibrio—

—Qué decepcionante… no creo que tenga una mejor oportunidad para saborear un dragón en mi vida— murmuró Noir mientras se lamía el labio inferior.

—¿No es suficiente para ti quedarte con este bosque? — preguntó Gavid mientras miraba alrededor de dicho bosque.

Noir se burló —No hay forma de que sientas lástima por ella, ¿verdad? —

Originalmente, este bosque era el territorio de Iris la Princesa Rakshasa. Durante los últimos 300 años, había vivido en este bosque con los elfos oscuros bajo su mando, trabajando duro para el renacimiento del Ejército Independiente de la Furia y su herencia al trono del Rey Demonio de la Furia.

Sin embargo, no hace mucho tiempo, la Reina de los Demonios Nocturnos y la Princesa Rakshasa habían librado una batalla territorial por los territorios de la otra.

Noir confesó con calma —Admito que hubo algunas provocaciones de mi parte. Sin embargo, no tuve más remedio que hacerlo. Esa chica, Iris, a pesar de que su raza no tiene nada de qué enorgullecerse… ¿puedes creer que en realidad me menospreció y se burló de mí llamándome Reina de las Putas? —

Conflictos como disputas territoriales y duelos destinados a establecer el orden jerárquico eran algo común en Helmuth.

Incluso retrocediendo hace solo 300 años, los demonios eran una horda de conquistadores que buscaban destruir el continente indiscriminadamente. Actualmente, es posible que se lleven bien con las otras razas, pero los demonios todavía
pensaban que la mejor y más sencilla forma de salir adelante era comparar sus puntos fuertes con los de sus rivales en lugar de obtener la mediación de un tercero.

Por eso Noir Giabella e Iris se habían metido en una batalla territorial. No fue porque los agravios acumulados durante los últimos 300 años finalmente habían emergido. Eso fue parte, pero también fue debido a los planes de Noir Giabella. Recientemente, Iris había comenzado a reclutar hombres-bestias como mercenarios, una señal de que había comenzado a abandonar su obsesión por comandar únicamente a los elfos oscuros.

De hecho, este desafío también era algo que le interesaba a Iris. El bosque era todo lo que Iris tenía como territorio. Por otro lado, el Ducado de Noir Giabella se consideraba una de las tierras más grandes y ricas de todo Helmuth. Si Iris ganaba esta batalla territorial, obtendría el control de todo el Ducado, por lo que valía la pena el riesgo.

—Por perdonarla, debería agradecerme por el resto de su vida— dijo Noir con un resoplido.

—Escuché que fue una victoria aplastante— comentó Gavid.

—Aunque no permití espectadores… si me lo hubieras pedido, lo habría permitido como una excepción—

—¿Cuál es la diversión de ver una disputa con un resultado tan obvio? —

—Aun así, no era tan débil— admitió Noir —Parece que trabajó muy duro durante los últimos 300 años. Aunque no es suficiente para alcanzarte, Gavid la mano izquierda del Rey Demonio del Encarcelamiento—

—¿Escuchaste lo que Iris ha estado haciendo desde que dejó Helmuth? — preguntó Gavid.

Ser derrotado en una batalla territorial no significaba que te verías obligado a abandonar Helmuth, pero Iris había dejado Helmuth con sus elfos oscuros. ¿Fue por la humillación? Quizás en parte, pero también debería ser porque se había dado cuenta de lo difícil que sería la vida en Helmuth ahora que le habían arrebatado todo su territorio.

La opinión que se tiene de los elfos oscuros en Helmuth no es tan buena. La propia Princesa Rakshasa también se había ganado muchos enemigos debido a su autoestima. Como había perdido su territorio, tendría que ir al territorio de otro demonio en busca de refugio, pero con la personalidad de Iris, preferiría morir antes que inclinar su cabeza.

—Escuché que se metió ilegalmente en Kiehl y trató de tomar como rehén a uno de los Lionheart— compartió Gavid.

—Debe estar loca— Noir resopló al sonreír y volvió a ponerse el casco en la cabeza —Si ella quería un rehén… ¿trató de llevarse a Eugene Lionheart? —

—Parece que también recuerdas su nombre—

—Su nombre no es lo suficientemente trivial como para olvidarlo, ¿no? Se dice que es la persona más joven en recibir permiso para ingresar a Akron, e incluso tomó prestada la propiedad de Akasha de Sienna—

—Sienna Merdein, ¿crees que todavía está viva? —

—Desde que se transfirió la propiedad de Akasha, que ha estado sin maestro durante cientos de años, sé que todavía debería estar viva—

Incluso mientras hablaba, Noir recogió las varitas de tránsito que había dejado.

—Sin embargo… su cuerpo no parece estar en buenas condiciones, ¿verdad? — reflexionó Noir —Si su cuerpo estuviera en buena forma, entonces no se habría quedado en silencio durante los últimos cientos de años… En su lugar, intentaría colarse en Helmuth y trataría de asesinar al Rey Demonio—

—Por favor, no digas algo tan profano— protestó Gavid.

—Pero es la verdad, ¿no? Sienna Merdein, tanto tú como yo sabemos por experiencia propia lo fuerte que era y cuánto odiaba a los demonios. Especialmente, porque en varias ocasiones hemos tenido que enfrentar una crisis debido a la magia de Sienna Merdein— Mientras se ponía un chaleco de seguridad sobre su ropa de trabajo, Noir miró a Gavid detenidamente y dijo con una sonrisa —Pero, probablemente tengas una impresión más clara de Hamel Dynas que de Sienna, ¿verdad? —

—Aunque no tengo ningún deseo de insultar a mi Señor, la muerte de Hamel fue afortunada— admitió Gavid mientras rememoraba viejos recuerdos.

Recordando su primer encuentro con Hamel Dynas, Sienna Merdein también había estado presente en ese momento. Los dos estaban explorando un sitio sin el resto del grupo para realizar un reconocimiento y se encontraron con Gavid por casualidad.

Gavid había pensado que era una gran oportunidad, por lo que había intentado matarlos a ambos, pero había fallado.

Gavid no se sentía arrepentido de que no hubiera podido matarlos en ese momento. Antes de que pudiera llegar al Rey Demonio del Encarcelamiento… Hamel Dynas no había podido subir hasta la cima del castillo y había muerto a mitad de camino.

—Si Hamel hubiera sobrevivido… es posible que el Juramento no se haya hecho— Noir planteó su hipótesis —Dado que él era el único entre los compañeros de Vermut que realmente se enfrentaría a Vermut—

—Tenía una personalidad verdaderamente terrible. Esa podría ser la razón por la que murió prematuramente— murmuró Gavid mientras retrocedía un paso.

Noir miró a Gavid con una sonrisa traviesa mientras se preparaba para escabullirse.

—Dijiste que Iris trató de tomar como rehén a Eugene Lionheart, ¿verdad? — Noir mencionó esto justo cuando Gavid estaba a punto de irse.

—Así es— confirmó Gavid.

—Si terminó como un simple intento, ¿eso significa que Eugene Lionheart pudo detener a Iris? —

—Ese debería ser el caso—

—Si bien es posible que no haya tenido ningún deseo real por el hijo mayor del Clan Lionheart… Fufufu, ese Eugene Lionheart parece bastante delicioso. ¿Crees que podría venir a jugar a Helmuth? ¿O pasar por una de nuestras tiendas de súcubos? — dijo Noir con nostalgia.

—No seas ridícula— dijo Gavid mientras su rostro se contraía en una mueca.

Capítulo 166

Maldita reencarnación (Novela)