Capitulo 5

Maldita reencarnación (Novela)

Capítulo 5: El corazón de león (3)

Cyan no era un tonto. Claramente, él sabía que Eugenio había estado manejando y balanceando una lanza como un ejercicio de entrenamiento.
De cualquier manera, esta era su primera vez viendo un método de entrenamiento tan poco científico. Vistiendo un chaleco de cota de malla varias tallas más grandes, atando sacos de arena a ambos brazos y balanceando una lanza que también tenía atados sacos de arena; ¿en serio se le puede llamar a eso entrenamiento?
Por lo menos desde el punto de vista de Cyan, tal entrenamiento no tuvo sentido. Era demasiado extremo y barbárico. Simplemente estaba oscilando una lanza y apuñalando imprudentemente con ella, sin ningún atisbo de estilo o técnica, además del poco control en su cuerpo que se tambaleaba aquí y allá; ¿Cómo algo así puede ser denominado entrenamiento?
“Este campesino. en serio se está esforzando solo por un poco de atención”
Tal vez el chaleco de cota de malla era grande, viendo el estado en el que se encontraba, definitivamente ha sido la chatarra más barata. Esto significaba que no podía ser tan pesado como parecía.
En cuanto a esos sacos de arena, si bien pueden parecer pesados, observando cómo rebotaban, se notaba que, a pesar de sus gruesas fundas de cuero, estaban casi vacíos.
“Incluso si está desesperado por atención, debería haber límites para su estupidez. ¿De dónde saca el coraje, viniendo aquí y jugando este tipo de truco...?
De hecho, él podría entenderlo. Este chico era un campesino de un lugar del que nadie había oído hablar, e incluso entre ellos, Eugenio era lo bajo de lo más bajo. El probablemente decidió hacer algo como esto el primer día después de recibir el apoyo de sus padres.
Sin realizar un pequeño truco como este, no había forma de que fuera digno de atención. Sin embargo, el hecho de que su intento fuera tan transparentemente falso lo hizo divertido.
Sin embargo, desafortunadamente para él, este pueblerino que se atrevía a llamar idiota a Cyan no era nada divertido y, de hecho, lo enfurecía. Calmándose a sí mismo con una respiración profunda, Cyan señaló con el dedo a Eugenio.
“Discúlpate”
“¿Por qué?” Pregunto Eugenio.
“¿Te atreves a hacerte el tonto? Pide perdón por insultar mi inteligencia”
“Perdón por eso” Eugenio respondió inmediatamente.
Sin embargo, Cyan no estaba satisfecho con esta disculpa. Entrecerró los ojos y levantó la barbilla con orgullo.
“¡baja tu cabeza y discúlpate más respetuosamente!” demandó Cyan.
“¿no somos de la misma edad?” Eugenio preguntó sin bajar su cabeza ni un centímetro. “Tienes trece años. Yo también tengo trece. Eso significa que somos compañeros de la misma edad. Así que ¿Por qué debo bajar mi cabeza?
“¡no hay manera que tú y yo podamos ser amigos!”
“¿no somos amigos? ¿Entonces por qué ha estado hablándome tan casualmente desde que llegó?”
Eugenio ocultó la vergüenza que sentía por dentro con un chasquido de lengua. Sintió la necesidad de preguntarse a sí mismo: “¿Qué crees que estás haciendo?”
Agregando los años de su vida anterior, tenía más de cincuenta años. Con esta diferencia de edad, ¿no era triste que se peleara con un mocoso de trece años, especialmente cuando ese mocoso era uno de los descendientes de su antiguo rival?
“Bueno, ¿y qué? Mi pasada vida es mi pasado. Ahora mismo, tengo trece años”
Cuando Cyan no respondió, Eugenio lo presionó, “Como dije, ¿qué pasa con la forma en que me ha estado hablándome? ¿Así que no solo no tienes ni idea de lanzas, sino tampoco de etiqueta?”
"Este..." Los ojos de Cyan se abrieron cuando las palabras le fallaron.
Como alguien que había sido consentido constantemente desde que era joven, creció mimado y no estaba familiarizado con este tipo de peleas infantiles.
"Este… Este descarado…”
La mayor ventaja de ser un niño era que podías actuar por tus emociones sin restricciones cuando lo deseabas. Aunque él no estaba familiarizado con este tipo de peleas, Cyan se basó en algo a lo que estaba acostumbrado a descargar sus emociones en los demás. Con grandes zancadas, avanzó hasta quedar cara a cara con Eugenio.
“¡Realmente no conoces tu lugar…! Solo porque tu apellido es Corazón de León ¿realmente crees que eres de los Corazón de León que nosotros?
“No. Tengo una idea bastante clara de la diferencia. Soy de la otra parte de la familia y tu eres de la familia principal.” Eugenio levantó su dedo y señaló la mansión principal de la familia. “allá está tu casa. Mi casa es… ¿en qué dirección estaba? En cualquier caso, está muy lejos de aquí.”
“Incluso sabiendo todo eso, ¿aún te atreves a pararte frente a mí?” acusó Cyan.
“No he estado enfrentándote en absoluto. Acabo de informarte sobre algunos hechos que pareces haber pasado por alto. Primero, me preguntaste qué estaba haciendo mientras me mirabas, así que respondí. Entonces me dijiste que me disculpara, y así lo hice.”
“eres realmente descarado” , espetó Cyan mientras se tapaba la nariz. “Además, hay un hedor proveniente de tu cuerpo. ¡Es el olor del estiércol de vaca mezclado con tu sudor! Realmente apesta”.
“nunca he estado cerca de estiércol de vaca en toda mi vida, así que ¿a quien le estas diciendo que huele a estiércol de vaca?” preguntó Eugenio con curiosidad.
“¡Si es así, eso solo significa que es el olor de tu propia mierda…! En cualquier caso, simplemente apestas.”
“Me lavaré en un rato.”
“No, ve a lavarte ya. Una vez que termines, ve y limpia el carruaje en el que viajaste también.”
“¿El carruaje?”
“¡el olor a mierda de tu cuerpo definitivamente debe haberse pegado al asiento!¡Así que te estoy diciendo que vayas a limpiarlo!”
“¿Por qué debería hacerlo yo?”
“¡porque tú eres el único que dejo su olor en el carruaje!” Cyan alzó su voz con un gritó estridente.
Por la corta distancia entre los dos, Cyan escupía saliva a Eugenio en cada grito. Eugenio frunció el ceño y dio un paso atrás. Aunque Eugenio solo se había retirado porque no quería que lo escupiera, Cyan todavía lo miraba con una sonrisa de superioridad por hacer retroceder a Eugenio.
“Además, debes inclinar la cabeza y disculparte conmigo. Todavía no he aceptado tus disculpas por llamarme idiota, decir que no sabía nada de etiqueta y por atreverte a ponerte a mi nivel a pesar de ser solo un descendiente de otra rama de la familia. Todos estos necesitan- “
Sin que Cyan terminará Eugenio se volteo hacia Nina y dijo, “Nina.”
“S-Si.”
“Eres quien me asiste, ¿verdad?”
“si… incluso si no soy merecedora del rol, fui temporalmente asignada como la asistente personal del maestro Eugenio.”
“Si ese es el caso, entonces en vez de estar parada ahí, derritiéndose por el sol, ve y limpia el carruaje en el que vine.”
“… ¿sí?”
Nina ya había decidido que, si Cyan y Ciel se aburrían y se iban, ella, por supuesto, seguiría adelante y limpiaría el carruaje por sí misma. Así que no pensó que Eugenio le estaba dando una orden irrazonable, ya que solo era cuestión de hacer la tarea ahora o más tarde.
Sin embargo, Nina no entendía porque Eugenio le daría tal orden bajo las circunstancias actuales. ¿no se dio cuenta de que uno de los diabólicos gemelos estaba frente a él? El comportamiento de Eugenio mostró claramente desprecio por las órdenes de Cyan.
“¿Qué crees que estás haciendo?” Estalló Cyan
“Solo consigo que se limpie el carruaje” Explico Eugenio
“¡Te dije que lo hagas por tu cuenta!”
“¿Por qué debería hacerlo cuando alguien lo puede hacer por mí?
“¡Te ordené limpiar el carruaje!”
“¿Quién eres tú para darme órdenes?”
“Yo… Yo soy Cyan Corazón de león”
“Bueno, yo soy Eugenio Corazón de león. Un placer conocerlo” Con una mirada de aburrimiento Eugenio agito su mano.
Con esto las manos de Ciel se levantaron para cubrir su amplia sonrisa mientras se reía divertida, incluso cuando la mandíbula de Cyan se abrió tontamente.
“Y Yo soy Ciel Corazón de León” Ciel se presentó aun riéndose.
Después de mirar brevemente a su descarada hermana pequeña, Cyan respiró hondo.
"Tú... no hay forma de que pueda llevarme bien contigo".
"Esa es una gran decepción", comentó Eugenio con una mirada desinteresada.
Ignorando a Eugenio, Cyan continuó, “porque sigues ignorando mis órdenes.”
"además... Esta es la última vez que me insultas", terminó finalmente Cyan.
"Wow", fue la última respuesta ingeniosa de Eugenio.
Con cada palabra que salía de la boca de Eugenio, la ira crecía en el pecho de Cyan.
¿Por qué estaba parado aquí hablando con este bastardo? No era por esto por lo que habían venido aquí y se habían acercado a este pueblerino.
Como el joven maestro de la familia principal, una vez que daba una orden, se suponía que la otra persona debía seguirla sin protestar. La cabeza de Cyan estaba a punto de estallar por su terquedad y orgullo insultado.
“Entonces, hermano, ¿vas a dejarlo pasar?” Ciel se apoyó contra él y agitó sus pestañas con anticipación.
"Un duelo", respondió Cyan a su pregunta muda.
Este no fue un intento de estar a la altura de las expectativas de su hermana, sino porque Cyan no podía soportar que lo menospreciaran por más tiempo. Habiendo recibido tal falta de respeto por parte de este pueblerino, si él no hacía nada a cambio, sabía que se enfrentaría a varios días de burlas de su hermana.
“Me has menospreciado y me has insultado. Por eso, debemos batirnos en duelo”, declaró Cyan.
“Qué asombroso razonamiento”, dijo Eugenio mientras se reía de lo ridículos que eran los pensamientos de Cyan.
Él nunca había pensado que algo así como un duelo saldría de la boca de este niño de trece años.
"Oye amigo, algo como un duelo no es algo que debas hacer tan casualmente", le aconsejó Eugenio.
"¿A quién llamas amigo?" replicó Cyan enojado.
“Si no quieres que seamos amigos, está bien. En cualquier caso, no digas nada de lo que te arrepientas y simplemente vete. Deja de molestarme ya.”
"Tienes miedo, ¿verdad?" Cyan dijo, orgullosamente levantando la barbilla hacia Eugenio como si hubiera sabido que él reaccionaría así.
Aunque era una provocación obvia, Eugenio miró a Cyan con los ojos entrecerrados mientras repetía: "¿Asustado?"
"Así es. Es obvio que tienes miedo. Si tienes tanto miedo de batirte en duelo conmigo, entonces discúlpate rápidamente”.
"¿Y qué debo hacer si no tengo miedo, pero no quiero pelear y no quiero disculparme?"
"¿Acaso sabes lo que es el honor?"
"Sé que no es una palabra que debas pronunciar tan a la ligera."
"Tú... ¿Me estás insultando de nuevo?"
Por alguna razón, Cyan se sentía profundamente insultado cada vez que Eugenio hablaba. Finalmente, incapaz de soportarlo más, Cyan llevó una mano a un bolsillo en su pecho.
"No", dijo Eugenio con el ceño fruncido. "Un duelo no es algo a lo que te lanzas imprudentemente".
“Ese hijo de puta. ¿Quién se cree que es para seguir diciéndome qué hacer?”, pensó Cyan mientras fruncía el ceño a Eugenio y sacaba su pañuelo.
“Si tienes miedo, ¡admítelo! ¡No intentes huir de nuestro duelo! ¡¿Tus padres no te han enseñado lo que significa el honor?!”
"Oh", dijo Eugenio, inclinando la cabeza en respuesta a las acusaciones.
Mientras Eugenio lo miraba como si fuera un estúpido, Cyan se regocijó al pensar que Eugenio finalmente había caído en su provocación. Así que extendió el pañuelo y lo abrió de par en par, dejando a Eugenio a mirar de cerca.
“Esta es realmente la última vez que diré esto. Pídeme perdón y luego –“
"Tíralo", dijo Eugenio mientras desataba los sacos de arena que colgaban de su cuerpo. "Querías un duelo, así que tíralo ya".
"... ¿eh?" Cyan respondió tontamente.
"Dije, tíralo".
¡Bang!
Primero, los sacos de arena en su brazo izquierdo cayeron al suelo. La expresión de Cyan se congeló y luego se puso rígida cuando el impacto envió una onda de polvo que se elevó en el aire.
"...Tú…"
“El pañuelo, ¿lo vas a tirar o no?” Eugenio incitó.
¡Bang!
Entonces también cayeron los sacos de arena de su brazo derecho. Por último, Eugenio se quitó el chaleco de cota de malla y lo arrojó detrás de él. El chaleco voló bastante antes de caer al suelo con un fuerte estruendo. La mandíbula de Cyan se abrió ante esta escena.
“Uwah”, Ciel que había estado disfrutando del espectáculo como si fuera solo una espectadora, ahora, también dejó escapar una exclamación ante esta vista.
Eugenio se inclinó y comenzó a quitarse los sacos de arena atados a sus piernas.
"...Tú... ¡Debes haber entrenado tu maná...!" Cyan, quien, hasta ese momento, había estado congelado con la boca abierta, gritó de indignación.
A los niños fuera de la familia principal no se les permite entrenar su maná hasta la Ceremonia de Continuación de la Línea de Sangre. Esta era una antigua tradición de la familia corazón de león. Solo los niños de la casa principal podían entrenar su maná y manejar armas reales desde una edad temprana.
Esta tradición ahora estaba siendo pisoteada frente a sus ojos. Esto ya no era algo a lo que pudiera responder con simple irritación y una rabieta.
"¿Aunque no he entrenado?" Eugenio respondió con una expresión confundida.
Él no estaba mintiendo. Podría haber comenzado a entrenar su maná una vez que empezó a gatear, pero no lo hizo.
Fue porque no quería meter a su padre, Gerhard, en problemas sin motivo; además, como se había reencarnado como descendiente de Vermut, quería utilizar su método de entrenamiento.
“¡Eso es obviamente una mentira…! Sin entrenar tu maná, ¿cómo podrías ser capaz de manejar tal peso?
“Es el resultado del entrenamiento que he hecho desde que cumplí siete años”.
"¡No me mientas!"
"No es como si lo hubieras probado por ti mismo, así que ¿por qué sigues acusándome de mentir? Si todavía sospechas de mí, puedes comprobarlo durante nuestro duelo”.
Eugenio se sentó y comenzó a desatar los sacos de arena de la lanza. Cyan estaba viendo esto con los ojos muy abiertos cuando sintió la mirada ansiosa de su hermana. También sintió una mirada aterrorizada proveniente de Nina, quien parecía no saber qué hacer. Los otros sirvientes del anexo también estaban mostrando interés en la conmoción del gimnasio y se habían reunido alrededor de las ventanas.
Cyan fue el primero en mencionar el duelo. También fue quien tiró su pañuelo, molestó a Eugenio a pesar de las protestas y finalmente cuestionó el honor de Eugenio. Teniendo en cuenta todo esto, no podía retroceder después de llegar tan lejos. Además de eso, necesitaba confirmar el pecado de un descendiente colateral que entrenó su maná antes de la Ceremonia de Continuación de la Línea de Sangre.
Si se confirmaba que Eugenio había entrenado su maná, entonces recibiría un castigo. Pero si Cyan mantuviera la boca cerrada y retrocediera en este punto, entonces estaba claro que su hermana se burlaría de él no solo por unos días sino por toda la eternidad. Entonces, antes de hacer nada más, Cyan recogió una espada de madera que se había caído cerca. Era la espada de madera que Eugenio había estado balanceando antes.
"... ¡Te desafío a un duelo!" Cyan gritó mientras le arrojaba el pañuelo a Eugenio.
El pañuelo cayó sobre el hombro de Eugenio. Esto sucedió justo cuando Eugenio estaba desatando el último saco de arena que colgaba de la lanza.
"Acepto", dijo Eugenio, asintiendo, mientras se ponía de pie.
Cyan se sintió emocionado de entrar en el primer duelo de su vida. En el momento en que tiró su pañuelo, el corazón de Cyan comenzó a latir con emoción. Este tonto arrogante era un pecador que había ignorado la tradición familiar. ¿Cómo debería Cyan castigarlo? ¿De qué manera debería darle una lección a este tonto para que su hermana menor también pudiera admirar su magnificencia?
Sus pensamientos se detuvieron en seco justo en este punto.
Justo cuando Eugenio se puso de pie, arrojó su lanza.
Consciente del hecho de que solo sostenía una espada de madera en su mano derecha, Cyan había retrocedido unos pasos para alejarse un poco, pero aún no podía reaccionar adecuadamente al movimiento de la lanza.
¡Bam!
La punta de la lanza se estrelló contra el estómago de Cyan.
“¡Kuargh!”
Junto con este grito, Cyan fue enviado rodando por el suelo.

Capitulo 5

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