Capitulo 34

Me convertí en el jefe del primer piso (Novela)

Capítulo 34 - El Décimo Piso

Lee Shin llegó a la sala de espera del sexto piso. Echó un vistazo al tranquilo lugar. Había mucha menos gente que en el quinto piso. Eso se debía a que mucha gente ya había subido. El sexto piso no era particularmente difícil. En ese momento, Baek Hyun apareció frente a Lee Shin. Acababa de ser teletransportado a la sala de espera.

— ¿Eh? — Baek Hyun parecía desconcertado cuando se encontró con Lee Shin.

— Maestro… — Baek Hyun dijo.

— Shhh, sólo sígueme —, dijo Lee Shin en voz baja.

Lee Shin advirtió a Baek Hyun poniéndole el dedo índice en la boca. Llevó a Baek Hyun a un lugar tranquilo porque Lee Shin no quería hacer un escándalo o atraer la atención de otras personas.

— Cuéntame qué ha pasado —, dijo Lee Shin.

— Bueno… — Baek Hyun explicó lo que había sucedido en el interrogatorio de Lee Shin.

Mientras Lee Shin escuchaba la historia de Baek Hyun, también le contó brevemente cómo llegó a rescatar a Baek Hyun.

— Gracias a ti, estoy vivo. — Baek Hyun le dio las gracias.

Baek Hyun bajó los hombros con desesperación. Lo que Lee Shin había advertido a los aspirantes era que no fueran tan engreídos porque acabarían indefensos y muertos. Sin embargo, Baek Hyun no tenía nada que decir porque hizo exactamente eso, poco después de subir.

— Lo siento… — Baek Hyun dijo en voz baja.

— ¿Por qué hiciste eso entonces? Y no es que no tengas lo que se necesita. Es sólo que estás siendo demasiado imprudente. Si hubieras tenido un poco más de cuidado y hubieras trazado estrategias con otras tribus, no habría sido algo imposible de manejar para ti. —

Lee Shin hizo una pausa y luego continuó su explicación: — Y si hubiera hecho una buena estrategia con el grupo heterogéneo de tribus, no habría sido imposible. —

Eso era lo que Lee Shin pensaba realmente. En primer lugar, ningún otro contrincante tenía el poder abrumador que él tenía y, por tanto, no podría utilizar la misma estrategia que él. Era obvio que las otras tribus habían sido presentadas para que los aspirantes pudieran persuadirlas de combinar su poder y derrotar juntos a Gerpain. Sin embargo, en cuanto Lee Shin vio el altar, no pudo convertirlos en sus aliados.

Un dios que succiona la vida de las criaturas.

El altar tenía la marca de ese maldito dios. Desde el momento en que lo vio, Lee Shin no confió en esas tribus.

— ¿Qué obtuviste como recompensa? — Lee Shin preguntó.

— ¿Recompensa? ¡Oh! Conseguí un plano para construir los Titanes —, respondió Baek Hyun.

Baek Hyun mostró a Lee Shin el plano que recibió.

— Hmm… — Lee Shin reflexionó.

Ni siquiera era comparable al plano del Destructor, pero el plano de estos Titanes básicos era, a su manera, más útil que el plano del Destructor.

El Destructor no podía fabricarse sin la Fuerza Vital de la Montaña, e incluso si aquello estuviera disponible, habría sido más pesado, porque necesitaba un ingeniero hextech. Sin embargo, era mucho más fácil obtener materiales y constructores para construir Titanes que el Destructor.

— ¿También adquiriste habilidades hextech? — Lee Shin preguntó.

— ¿No? ¿Te dieron esa habilidad también? — preguntó Baek Hyun.

— Hmm... Entonces te quitaré esto. — Lee Shin le quitó el plano.

—¿Qué? ¿Pero por qué, m-m-maestro? — Baek Hyun parecía sorprendido.

Baek Hyun nunca pensó que Lee Shin le quitaría su recompensa así.

— ¿Hablas en serio...? — Preguntó Baek Hyun.

Para ser honesto, Baek Hyun no tenía derecho a reclamar esta recompensa. Lee Shin fue quien derrotó a Gerpain y se ocupó del Destructor. E incluso salvó a Baek Hyun. Sin embargo, Baek Hyun, que experimentó el poder de Titán, realmente quería el plano. Por eso Baek Hyun no podía renunciar fácilmente al plano.

— Ni siquiera puedes usarlo de todos modos —, dijo Lee Shin.

— Quiero decir... puedo venderlo… — murmuró Baek Hyun.

— ¿Por cuánto ibas a venderlo? — preguntó Lee Shin.

Los ojos de Baek Hyun se abrieron de par en par al pensar que Lee Shin intentaba comprarlo con sus puntos.

— Bueno, ya que eres mi maestro, te haré un descuento… — Baek Hyun fue interrumpido.

— No, es el precio de tu vida —, dijo Lee Shin.

— ¿Qué? — Preguntó Baek Hyun.

— Lo pagué salvándote la vida. ¿Es esto más caro que tu vida? — preguntó Lee Shin.

Baek Hyun se quedó sin habla ante las palabras de Lee Shin.

— Tómalo… — Baek Hyun murmuró.

— Lo usaré bien —, respondió Lee Shin.

Los hombros de Baek Hyun volvieron a caer al ver que el plano desaparecía en los brazos de Lee Shin.

* * *

La noticia de la actualización del ranking de las dos personas se convirtió en un tema candente en la comunidad y, naturalmente, llegó a oídos de Kim Kang-Chun y su grupo.

< Kang Ji-Hoon: ¡Hey! ¿Qué pasó? ¿De verdad superaste el nivel Infierno? >

< Baek Hyun: Sí... eso es lo que pasó. >

< Kang Ji-Hoon: ¡Eso es impresionante! ¿De verdad superaste el nivel Infierno? Escuché que tu ranking fue actualizado al mismo tiempo que el del maestro. ¿Cómo sucedió eso? >

< Baek Hyun: El maestro me salvó. >

< Kang Ji Hoon: ¿Qué quieres decir con que te salvó? El quinto piso es una etapa en solitario. >

< Baek Hyun: Bueno… >

< Park Hye-Won: ¡Hey, idiota! ¡Estaba tan preocupado! ¿Realmente desafiaste el nivel infiernal? >

< Baek Hyun: ¡Sí! Bueno, quiero decir… >

< Ji Eun-Ju: Oppaaa, pensé que te había pasado algo… Waaaah ToT >

< Baek Hyun: Ah, lo siento Eun-Ju. No llores… >

Baek Hyun no era capaz de seguir la avalancha de mensajes de sus amigos. Otros ya estaban subiendo a la torre, así que no podían enviarle ningún mensaje. Y como Lee Shin no solía comprobar sus mensajes, Baek Hyun también tuvo que darles la noticia a ellos.

— Ja… — Baek Hyun, que había estado luchando con los mensajes durante mucho tiempo, se desplomó en su asiento.

Lee Shin ya había subido al siguiente piso.

— Pero he ganado mucho esta vez —, murmuró Baek Hyun.

Aparte del plano de Titán, el resto de las recompensas que había recibido eran bastante buenas. Lee Shin había dicho que no importaba si un contrincante tardaba más tiempo en limpiar un piso. Baek Hyun apretó el puño y entró en la comunidad para comprobar la fecha.

[03:20 03/11]

Quedaba menos de un mes para que se abriera la Puerta Dimensional. Tenía que subir todos los pisos que pudiera antes de esa fecha.

— Me pondré en marcha —, murmuró Baek Hyun.

* * *

[Has entrado al décimo piso.]

[Avanza al top 32 en el Gret Ciel para estar calificado para ir al siguiente mundo.]

El Gret Ciel era una torre tan alta que parecía no tener fin, penetrando las nubes. También había un enorme complejo de estadios construido alrededor de la torre. Gret Ciel era tanto el nombre de la torre como el de todo el estadio. Además, la competición que se celebraba en este lugar también se llamaba Gret Ciel.

Se trataba de una puerta que los aspirantes debían atravesar para pasar al siguiente mundo. Miles de personas se reunían para ver esta competición.

- ¡Hola! Mi nombre es Félix, el anfitrión de este episodio de Gret Ciel. Ahora que la final está por fin en marcha, ¡esta vez podemos ver a un montón de concursantes realmente geniales! ¡La audiencia puede esperar un gran espectáculo! -

Con la torre circular en el centro, había cuatro estadios orientados en cuatro direcciones: norte, sur, este y oeste. Félix apareció en la pantalla dentro de cada estadio y comenzó el proceso.

- En este episodio participaron muchas personas con talento. ¿Sabes cuántos participantes tuvimos? ¡Tuvimos 5.327 participantes! Fue mucho más que… -

Antes de que empezara el partido, Félix intentó calentar al público. El público ya sabía que este episodio era diferente a los anteriores.

— He oído que Bex, el caballero dragón, saldrá esta vez. —

— ¿A quién le importa si hay un caballero dragón esta vez? Zarqan, el descendiente del Cazador de Dragones, saldrá esta vez. ¿No son enemigos naturales? —

— Oye, chico. ¿A quién has venido a animar esta vez? —

— ¡Estoy animando a Damon, el Mago de las Llamas! Es genial cuando explota el fuego. —

— Hmm... Ya veo. Damon también es muy fuerte. ¿No es Damon el mejor mago de todos los que han participado esta vez? —

— Tsk, tsk, no sabes nada hombre. Hay un rumor de que hay un mago que salvó a la tribu de los Trols Escarcha Oscura. —

— ¿En serio? ¿El mago que conoce la muerte? —

— ¡Sí! Hay un rumor de que él es el apóstol del Dios de la Muerte. —

— ¿Qué? ¿Es un apóstol? ¿Por qué una persona tan grande sigue aquí? —

— Bueno, aún no lo sabemos. Podría ser solo un rumor. —

Solo 64 de los más de 5.000 participantes pasaron a la final. Muchos de los finalistas ya tenían bastante reputación. O habían ganado fama al captar la atención del público con su sobresaliente actuación en la ronda preliminar.

- La razón por la que tantos participantes destacados han participado en este Gret Ciel, y la razón por la que 5.327 participantes se han reunido esta vez, ¡se revelará ahora! -

En la pantalla, Félix presentaba un largo estuche de madera. Félix levantó la caja de madera y la acercó a la cámara.

- Contiene el premio que recibirá el ganador de este episodio de Gret Ciel. ¡Y es...! -

Cuando Félix, que parecía dispuesto a abrirlo en cualquier momento, vaciló; el público le abucheó.

— ¿Qué haces? ¡Ya estamos otra vez! —

— ¡Estoy harto de ese truco! ¡Ábrelo de una vez! ¿Me tomas el pelo? —

— ¡No puedo esperar a ver esa brillante figura! —

A pesar de los abucheos del público, Félix parecía estar ya acostumbrado. Por eso parecía muy relajado, sin importarle sus reacciones. Félix abrió la caja de madera muy despacio.

Al abrir la tapa del estuche de madera, la gente pudo ver una espada blanca, pura y hermosa. Su elegancia era palpable, captando la atención de todos los que la veían. La mayoría del público se preguntaba cuánto más asombroso sería si la vieran en persona.

- ¡Todos se quedaron boquiabiertos! Así es. ¡Esta espada es la espada sagrada de una santa! Esta espada no se usa para matar gente, sino que es una espada que da vida* y salva a los muertos. ¡Esta es Martyr! -



Whoaaa.

Con la presentación de Félix, los vítores del público resonaron por todo el enorme estadio Gret Ciel. Era una espada fabricada por una santa a costa de toda su vida.

Martyr era una espada de arco que recibió su nombre del sacrificio de la santa. Esta espada no podía cortar ni apuñalar a ningún ser vivo. Solo los muertos podían ser devueltos a la vida con esta espada.

- ¡Ahora! ¡Estamos presentando el mayor premio jamás ganado en Gret Ciel! Y así de competitiva será esta ronda. Sin embargo, ¡solo habrá un concursante que pueda llevarse la Martyr! ¿Quién será? ¡Pronto, la tan esperada competencia comenzará! -

¡Whoaaa!

Se oyeron fuertes gritos y se reunieron innumerables personas. Fue una brillante ceremonia de apertura y la multitud estaba encendida. El mejor premio. El mayor número de concursantes registrado en la historia. Esta vez, Gret Ciel atrajo la atención de la gente más que nunca.

* * *

Clomp, Clomp, Clomp, Clomp.

El sonido de pasos llenó el silencioso pasillo.

Squeak.

La puerta se abrió, y una persona vestida con una túnica negra entró y se sentó en la sala de espera para los concursantes. El hombre desprendía un aura apagada, y la fría atmósfera de la sala se volvió aún más fría.

— Ey, Señor Mago. — Un hombre de ojos afilados, vestido ligeramente, se levantó de repente, y se acercó al hombre que llevaba la túnica negra.

— ¿Qué es? — se oyó una voz fría. El hombre de la túnica sacó su varita y apuntó.

— Qué sensible eres. ¿Por qué no bajas esa varita? ¿Estás seguro de poder manejarla? —, preguntó el hombre de ojos afilados.

— Debes querer morirte ya —, respondió el hombre de la túnica.

— Vaya, por fin estoy en la final, pero aún no quiero morir. Paremos —, respondió la voz.

A pesar de que el hombre estaba dispuesto a rendirse, la varita del hombre de la túnica seguía siendo la misma.

— Tú eres Aquel que conoce la Muerte, ¿verdad?—, preguntó Dexter, el hombre de los ojos afilados.

Ante las palabras de Dexter, todos los demás presentes se quedaron mirando a los dos. Aquí era habitual ver pequeñas peleas, pero las de aquellos dos eran diferentes. Dexter era uno de los concursantes con más posibilidades de ganar esta competición, y Aquel que conoce la Muerte no tenía nada que envidiarle. Estos dos eran pesos pesados. Dexter sonrió con aire confiado.

El hombre de la túnica no contestó, pero Dexter asintió con la cabeza como si solo eso hubiera sido una respuesta.

Dexter se rio. — Supongo que tengo razón. —

— Si dices una palabra más, morirás —, replicó el hombre de la túnica.

El maná negro que se acumulaba en la punta de la varita del hombre de la túnica parecía combinar bien con la muerte. Los demás contendientes los miraron con dureza. Parecía haber una competición entre el mago del que se decía que lidiaba con la muerte y Dexter, que no parecía desanimado en absoluto. Era beneficioso para los demás conocer aunque fuera un poco sus habilidades de antemano.

— Una... pala…— Dexter abrió la boca.

Whoong

En cuanto Dexter abrió la boca, el maná negro giró violentamente y brotó de la punta de la varita.

¡Kwang!

— ¡...bra! — Dexter, que sonreía y hablaba con cara juguetona, desapareció de su asiento con cara de susto.

Como resultado, el maná disparado por el hombre de la túnica voló hacia otro participante. Sin embargo, la atención de los concursantes se centró en Dexter, que había desaparecido y ahora aparecía. Desapareció entre las sombras como si se hubiera metido bajo tierra, y apareció entre los demás participantes un poco más lejos de donde estaba originalmente.

— Nadie conoce la muerte tan bien como yo —, habló el hombre de la túnica a Dexter, que acababa de huir.

— Veo que la muerte está unida a tu sombra —, dijo el hombre de la túnica.

— ¿Ah, sí? Qué miedo —, respondió Dexter.

La varita del hombre de la túnica se llenó de un maná más mortífero que antes. Una energía de pura determinación para matar al enemigo se acumuló en el aire. Los demás participantes que vieron aquello se convencieron de que el hombre de la túnica era Aquel que conoce la Muerte.

— Muere —, murmuró el hombre de la túnica.

Bip, Bip, Bip, Bip.

De repente, un sonido de advertencia llegó desde la sala de espera.

— Ambos concursantes deben dejar de luchar inmediatamente. La competición comenzará en breve. Por favor, absténganse de luchar fuera del estadio. Pueden ser eliminados a discreción del árbitro. —

Ante las palabras de Félix, la sed de sangre en la varita del hombre de la túnica desapareció en un instante. Dexter se encogió de hombros, mientras exhalaba un exagerado suspiro de alivio.

— Supongo que aún no estoy muerto. — Dexter se rio del hombre de la túnica.

— Morirás ahí fuera —, replicó el hombre de la túnica, señalando el estadio en la pantalla.

— Qué miedo. Ah, y yo soy el primero. A ver si voy a morir. Hasta luego. — Dexter salió de la sala de espera.

Dexter continuó hablando juguetonamente. El hombre de la túnica, que tal vez estaba enfadado, se alejó de la sala de espera hacia otro lugar. Y la sala de espera, antes tensa, se relajó en un instante.

El hombre que fue golpeado por el maná negro hace un rato miró su palma ennegrecida y murmuró.

— Esto es interesante. —

Capitulo 34

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