Capitulo 20

Obtuve un objeto mítico (Novela)

Capítulo 20: El hijo menor de una prestigiosa familia de saqueadores (4)

Lee JaeSang miró a JaeHyun con una expresión de asombro ante las palabras que salieron de los labios de JaeHyun.
— Estoy invirtiendo en ti porque creo que tienes talento, Superior ¿Cómo puede ser fácil invertir? También hay momentos en que uno falla. —
Por alguna razón, podía sentir que su corazón latía rápidamente.
¿Había recibido tal respeto antes en su vida?
Hasta ahora, Lee JaeSang había estado viviendo con dolor desde que nació en la familia Lee.
Fue porque no era tan hábil en la batalla como sus hermanos y era más cobarde.
Y porque su madre había fallecido prematuramente.
Y también porque no pudo recibir el reconocimiento de su padre.
Por estas razones, había vivido culpándose a sí mismo. Como tal, tener a alguien que creyera en él era algo que Lee JaeSang ni siquiera podía imaginar.
Sin embargo…
Para él, que siempre fue ignorado y comparado con los demás, JaeHyun le había dicho lo contrario.
Estaba bien fallar.
Esas palabras tuvieron el más grande efecto en la mente de Lee JaeSang.
Lee JaeShin y la familia Lee siempre le habían enseñado que el fracaso no era aceptable. Que tenía que poner a otros por debajo de él. Le dijeron que siempre debe ser mejor que los demás.
Pero, ¿qué hizo Min JaeHyun?
Le dijo que invertiría en él y que estaba bien fracasar. Y elogió los elixires que había vendido en el mercado negro como de gran calidad.
— La píldora. ¿No la harás para mí? —
JaeHyun preguntó con cuidado. Lee JaeSang recordó las palabras que JaeHyun le dijo y permaneció aturdido por un momento.
Hasta ahora, había pensado que los demás que tenían expectativas de él no eran más que una carga.
Pero actualmente, se sentía diferente.
En cierto modo, un pálpito no tan malo recorrió su cuerpo.
Pronto, el rostro de Lee JaeSang se relajó por primera vez y la determinación llenó sus ojos.
— Y-y-y-yo... trataré de hacer la píldora una vez. —
— Gracias, Superior. También vendré a visitarte todos los días, así que, si hay algo que pueda hacer, sólo dímelo. Y toma. —
JaeHyun arrancó un trozo de papel que tenía su número de teléfono y lo extendió hacia Lee JaeSang.
— Este es mi número. Si hay algún artículo o equipo que todavía necesites, o si eres atacado por rufianes como antes, sólo llámame. —
Ante las palabras de JaeHyun, Lee JaeSang se conmovió. Mientras parecía preocupado, preguntó.
— P-P-P-P-P-Pero...si h-hago eso y t-t-te castigan… —
— Está bien. En cualquier caso, esos matones también serían castigados por lo que te hicieron, ¿verdad? —
— E-Eso es cierto, pero… —
— No te preocupes. Si quieren reportarme, tendrían que estar listos para ser castigados ellos mismos... No hay forma de que se arriesguen con lo difícil que es ingresar a la Academia Millaes. Y… —
Lee JaeSang parecía bastante sorprendido por la expresión astuta de JaeHyun. JaeHyun agregó con una sonrisa.
— Tengo un patrocinador confiable. —

***

Al mismo tiempo…
Sentada en un banco en la sala de entrenamiento, Yoo Sung-Eun sintió que le picaba la nariz. La sensación que viajó dentro de su nariz resultó en…
— ¡Achú! —
— Maestra del gremio, ¿te resfriaste por casualidad? Incluso estás estornudando. —
Park SungJae dijo mientras sacaba rápidamente un pañuelo de su bolsillo y se lo entregaba. Yoo Sung-Eun se tapó la boca con el pañuelo y estornudó una vez más.
Ella respondió con una voz congestionada.
— No. Creo que son sólo estornudos al azar. —
— Jaja. Parece que alguien está diciendo cosas malas sobre ti... pero no hay forma de que eso sea cierto. Jaja… —
Con un estremecimiento, Park SungJae rápidamente agregó el segundo comentario ante la mirada oscura que Yoo Sung-Eun comenzó a enviar en su dirección.
Pero pareció haber reaccionado demasiado tarde, ya que Yoo Sung-Eun le pellizcó el brazo con los ojos entrecerrados. Aunque no usó mucha fuerza, todavía era un pellizco de un saqueador de rango S.
Park SungJae toleró el dolor mientras miraba a You Sung-Eun, quien lo miraba sombríamente.
— Parece que hice muchas cosas por las que la gente podría maldecirme. ¿No es así? —
— A-Ack. E-Eso no es lo que quise decir… —
You Sung-Eun se alejó de Park SungJae, se levantó de su asiento y reunió su maná. Park Sung Jae se estremeció ante su voz, que provocó sentimientos de terror por primera vez en mucho tiempo.
“Podría tomar 2 días esta vez…”
Con sudor frío corriendo por su espalda, Park SungJae se preguntó qué comer para la cena. Era un hecho conocido que las mujeres tenían debilidad por la comida.

***

JaeHyun, que salió del taller de Lee JaeSang, tomó otro portal de regreso a Seúl.
Luego, se encontró con Park SungJae y Yoo Sung-Eun en el Gremio Yeonhwa, quienes tenían un aire ambiguo a su alrededor. El entrenamiento tomó alrededor de 2 horas, que no fue mucho, pero estaba muerto de cansancio.
Sin embargo, no se pudieron encontrar signos de cansancio en el rostro de JaeHyun. Las comisuras curvadas hacia arriba de sus labios no mostraban signos de descender.
“Tuve éxito en traer a Lee JaeSang a mi lado. Es un buen comienzo. Sería fantástico que se convirtiera en mi proveedor de pociones y elixires."
Después de Yoo Sung-Eun, sumó otra carta en sus manos quien sería de gran ayuda.
“Si Yoo Sung-Eun es alguien que me puede ayudar en el presente, Lee JaeSang será de gran ayuda en el futuro. Como era de esperar, mi labia es realmente genial."
JaeHyun asintió levemente con una expresión triunfante.
De hecho, lo que convenció decisivamente a Lee JaeSang fue el "elogio."
Ya que, para Lee JaeSang, quien nació como el menor en una familia prestigiosa, pero estaba más acostumbrado a las críticas, no tenía precio.
JaeHyun usó esa brecha con Lee JaeSang.
— Fue una suerte que pensara en comprar una poción que Lee JaeSang elaboró ​​en el mercado negro antes de tiempo. —
Antes de encontrarse con la Sombra Nocturna en el pasado, JaeHyun había comprado algunas Pociones de Recuperación de Maná creadas por Lee JaeSang en el mercado negro.
Fue porque la poción que costó al menos 1 millón de wones en un mercado abierto no era ni la mitad de ese precio en el mercado negro.
Incluso entre ellas, las pociones de Lee JaeSang eran especialmente claras y económicas. La poción que le mostró a Lee JaeSang hoy era la única que le quedaba.
Por supuesto, en el momento en que las compró, no había soñado que sería usada de esta manera.
“A diferencia de su padre, Lee JaeSang no tenía ningún talento como saqueador. Aunque era un Despertado, sólo era un poco mejor que una persona normal. Pero, aun así, para echar a su hijo así…”
Lee JaeShin y el resto de la familia Lee expulsaron fríamente a Lee JaeSang cuando descubrieron que no tenía talento como saqueador. Lo ayudaron hasta que se inscribió en la Academia Millaes, pero después de eso no le proporcionaron nada más.
Su padre y sus hermanos, que estaban relacionados con él por sangre, le dieron la espalda y Lee JaeSang no tenía adónde regresar.
Era como si de repente se hubiera quedado huérfano.
En una situación tan trágica, Lee JaeSang encontró su talento.
La Alquimia.
Mientras manejaba elixires y materiales medicinales, sintió una alegría que nunca antes había sentido.
Aunque un alquimista no luchaba personalmente contra los monstruos en el frente, ellos jugaron un papel importante en la supervivencia de los que lo hicieron.
En lugar de atacar y herir, Lee JaeSang prefirió curar a los heridos. Por eso estaba aprendiendo alquimia a espaldas de su familia.
“Como era de esperar, nada funciona mejor que usar las astillas de la armadura de una persona cuando se trata de ganársela."
Como resultado, JaeHyun logró ganarse a Lee JaeSang.
Después, planeó ganar dinero y ayudarlo a montar una farmacia si se llevaban bien. Eso sí, con la condición de que las ganancias se repartieran 1:1 entre ellos.
“Probablemente pueda juntar todo mi dinero e invertir en esto."
Caminando afanosamente mientras pensaba en sus planes para el futuro, JaeHyun se detuvo de repente.
En la última esquina del callejón que conduce a su casa… pudo tener un encuentro inesperado.
Como si lo hubieran estado esperando, cuatro jóvenes vestidos con trajes negros y lentes de sol lo rodearon mientras preguntaban.
— ¿Eres Min JaeHyun? —
Cuando JaeHyun no respondió de inmediato, comenzaron a sacar herramientas mágicas de su ropa… claramente el acto de un enemigo.
Pero JaeHyun simplemente suspiró mientras observaba a los hombres sacar armas mágicas.
“No estoy seguro de qué se trata esto, pero no creo que me dejen ir a casa tranquilo... Yo también ya estoy bastante cansado. Es demasiado molesto."
Los cuatro hombres que rodeaban a JaeHyun le apuntaron con sus dagas.
JaeHyun se burló.
“¿Ese es un equipo de Guerrero de rango D...? ¿Están planeando atacar a un cadete de la Academia Millaes con algo así?”
Por supuesto, todavía era un posible estudiante, pero JaeHyun ya era mucho más fuerte que el cadete promedio. Justo esta tarde, había derrotado fácilmente a cadetes mucho mayores que él mientras ayudaba a Lee JaeSang.
Pero los hombres frente a él, aunque adultos y más grandes, eran más débiles que esos cadetes.
Aunque eran Despertados, estaban en un nivel tan débil que casi no podía sentir su maná. Era natural que JaeHyun pensara que la situación era ridícula.
Después de dejar escapar un suspiro, JaeHyun gritó sin cambiar su expresión.
— ¿Cómo pueden bloquear el camino? No es como si les perteneciera. ¿Por qué no se hacen a un lado mientras se los pido amablemente? —
— Hy-Hyungnim. Parece un mocoso de mal genio tal como escuchamos. —
— T-Tienes razón. Está loco como dijo SunJae-hyungnim. —
¿SunJae-hyungnim?
Fue entonces cuando JaeHyun se dio cuenta de quién había ordenado a estos tipos que lo atacaran.
Yoo SunJae.
El hermano pequeño del maestro del gremio Yoo Sung-Eun, con quien tuvo una discusión no hace mucho, iba tan lejos como para contratar a tipos como estos cuando lo golpeó una vez por ser ruidoso.
— Ese bastardo, Yoo SunJae, realmente es un perdedor. Y pensar que envió a algunos matones tras de mi por golpearlo. No es como si fuera un niño pequeño. —
— Para hablar de nuestro cliente de esa manera... Tienes agallas, mocoso. —
Mirando a JaeHyun rascándose la cabeza con molestia, el hombre de enfrente gritó.
— ¡Golpéalo ahora mismo! —
¡Swip!
Las dagas cortaron a través del aire y volaron hacia el hombro y la pierna de JaeHyun. Pero JaeHyun simplemente giró los ojos y sonrió.
“De verdad. Tan jodidamente lento."
Después de esquivar los ataques de los cuatro hombres, JaeHyun contraatacó con los puños. Las expresiones de asombro de los mafiosos no estaban ocultas.
“¡Keuheuk! ¡Todavía es un pequeño mocoso...!”
“¿Cómo diablos está atacando a tal velocidad?”
Llovieron contraataques que estaban dirigidos precisamente a áreas vitales.
— ¡Keuheuk! —
— ¡Keuk! —
— ¡Keuk! —
— ¡Keheuk! —
¡Crash! ¡Crash! ¡Crash! ¡Crash!
Los matones, que estaban atrapados en la pared, dejaron escapar, cada uno, gemidos perceptibles.
JaeHyun se quedó sin palabras ante lo absurdo de la situación. Incluso si también fueran Despertados que usaran maná, no podrían compararse con un cadete de la Academia Millaes.
Normalmente, los cadetes de la Academia Millaes hacían las cosas de manera diferente en comparación al Despertado promedio. Era normal que poseyeran muchísimo más maná.
Ese era el nivel de Millaes.
— Si iba a enviar a alguien, al menos debería haber enviado un saqueador activo. —
Pensando en cómo se torcería la cara engañosa de Yoo SunJae en un futuro cercano, JaeHyun sonrió con algo de arrogancia. Caminó hacia el tipo que dirigió el ataque hace un momento y preguntó.
— Oye. ¿Tú, el líder? Déjame preguntarte una cosa. —
— Keugh. ¡A-Aléjate! ¿Crees que estaremos de acuerdo con lo que dig–? ¡keuk! —
¡Pow! ¡Pow! ¡Bam!
Los ataques indiscriminados llegaron uno tras otro.
En unos 10 minutos, el cuerpo del hombre estaba hecho jirones como un trapo. JaeHyun continuó pateando al tipo durante exactamente dos minutos más.
Entonces, el tipo levantó la mano y rápidamente gritó.
— ¡De-Detente! Te lo diré todo. Te diré todo lo que quieras saber, ¡sólo deja de golpearme! —
— ¿Sólo detenerme? —
 — Por favor. Por favor, deja de golpearme. —
JaeHyun asintió ante el tono respetuoso con satisfacción.
“Una paliza es la cura para tipos como estos."
Además, no había atacado a personas inocentes sino a matones que intentaban darle una paliza. No había ninguna razón para ser amable al respecto.
Por supuesto, golpear un poco a estos tipos y entregarlos a la policía era una forma de resolver las cosas. Pero JaeHyun pensó en una alternativa un poco más interesante.
Se agachó y preguntó en un tono apático.
— Yoo SunJae. ¿Cuánto te dio por golpearme? —
— E-Eso es... fueron 6 millones de wones por persona, señor. —
— Eso es bastante más de lo que esperaba. —
JaeHyun simplemente admiró su generosidad. Incluso sintió respeto por Yoo SunJae, quien gastó 24 millones de wones sólo para golpear a un estudiante de secundaria.
— Si son 24 millones para 4 personas... bueno, no está mal. —
Entonces JaeHyun continuó después de pisar el pecho del chico.
— Tuvieron éxito hoy. Eso es lo que le dirán a Yoo SunJae. Y… —
El rostro de JaeHyun instantáneamente se llenó de codicia.
— 24 millones de wones. Tráeme cada centavo. Si lo haces, te dejaré vivir. —

Capitulo 20

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