Capitulo 65

Obtuve un objeto mítico (Novela)

Capitulo 65 – La Mansión Flahndier (2)
[Has obtenido la segunda misión de las <5 Grandes>, La Mansión Flahndier.]
[Misión Temática]
[La Mansión Flahndier]
[Has recibido una invitación de la Condesa de Flahndier, la dueña de la Mansión Flahndier.]
[Sin embargo, este lugar posee secretos oscuros y bien ocultos.]
[Captura la verdad con tu cámara y revela los secretos antes de marcharte.]
[Dificultad: A]
[Recompensa: Llave Sangrienta (C)]
[Condiciones para fallar: ]
Fallar al escapar en el tiempo asignado.
Fallar al revelar los secretos de la mansión.
[Penalización por Fallar: Serás incapaz de regresar a la realidad.]
— Hola, me llamo Alfred y soy el mayordomo que sirve a la Condesa de Flahndier, la dueña de esta mansión. Estoy aquí para acompañarlos bajo la orden de la ama. —
— Hola. Soy JMin Jaehyun y ella es mi compañera. —
— …Me llamo Seo Ah-Hyeon. —
Él miró directo a los ojos negros que no mostraban el más pequeño rastro de movimiento y trago saliva.
“Ese mayordomo se ve aterrador. Como si él fuera a comerte al menor fallo.”
Como una cruel bruja de cuentos de hada, de aquellas que hierven niños en grandes calderas para después comérselos.
Él se veía como alguien en el que todas las características de este tipo de brujas fueron colocadas en su rostro.
“Concentrémonos. Aún es el inicio de la Mazmorra Temática. Necesito recolectar información.”
Tras respirar profundamente, Jaehyeon desvió la mirada de Alfred para examinar sus alrededores.
Este lugar se veía como la entrada a la mansión.
En el centro se encontraban dos maniquíes con armadura, flanqueando ambos lados de la escalera en espiral.
En el suelo había una alfombra roja con un patrón único.
Uno podía ver que la mansión estaba organizada con solo una mirada.
“Tal vez sea porque esta es la mansión de una condesa, pero este lugar se ve increíble.”
Realmente se trataba de una excelente mansión.
Jaehyeon pensó esto mientras estaba parado al lado de una temblorosa Ah-Hyeon. Aun así, ella parecía intentar calmarse mientras miraba el lugar.
Esto parecía ser la mejor idea que tenía por el momento.
“Mejor espero y observo. No parece que ella vaya a hacer algo malo.”
Mientras él pensaba, Alfred habló.
— Deberíamos de entrar. La ama me ha pedido que me encargue de ustedes. —
— ¿A dónde vamos? —
— Los llevaré al comedor. Deben de estar hambrientos tras tan largo viaje. —
— Entendido. —
Jaehyeon respondió con calma.
Era cierto que había algo raro, pero por ahora no había salida alguna.
Era más eficiente descubrir los secretos de la mansión mientras seguían los eventos.
Pero Ah-Hyeon no se veía bien.
“Si ella iba a estar temblando cuál flan, entonces tendría que haber admitido que estaba asustada desde el inicio.”
Por supuesto, esto no hubiera cambiado nada.
En cuanto él terminó de ordenar sus pensamientos, Alfred volvió a hablar.
— Entonces, ¿vamos? —
* * *
Un momento después, ambos caminaban detrás de Alfred, caminando por el pasillo del primer piso de la mansión.
El pasillo estaba bien organizado.
Vasijas, armaduras completas, y varias obras de arte se encontraban en todas partes.
A la derecha se hallaba un gran ventanal rectangular. En el estante bajo este había un solitario lirio blanco en perfectas condiciones, probablemente para conmemorar a alguien.
Un pedazo de papel atado a la flor decía lo siguiente;
[Para la más bella y tonta chica.]
[1474.11,9]
Sin embargo…
Lo que les llamó la atención fue el retrato en la pared.
Era el retrato de una joven con un golden retriever.
— Ese el retrato de la Condesa de Flahndier, la dueña de esta mansión, y Sean, a quien ella amaba. —
Alfred había hablado antes de que pudiera formular la pregunta en sus mentes.
Como si aquello pasara constantemente, él miró hacia el frente sin siquiera mirar en dirección del retrato.
Jaehyeon se preguntó por un momento.
¿Qué tipo de persona era la Condesa de Flahndier?
La niña en el retrato se veía mucho más joven que él.
¿Doce? ¿Tal vez trece?
Jaehyeon preguntó, con los ojos pegados en el retrato.
— La Condesa de Flahndier parece tener buenos recuerdos de su infancia. —
— …Ella tiene muchos. Recuerdos muy felices, como si fueran de ensueño. —
De algún modo, el tono en su voz parecía traer muchos significados ocultos, pero Jaehyeon intentó no prestarle tanta atención.
Por ahora ya tenía mucha información a la que prestarle atención.
En el paseo del Vikingo, los recuerdos de “Thialfi” entraban en su cabeza, por lo que realmente no tuvo que investigar el trasfondo y el escenario. Esta vez era diferente.
Jaehyeon entró a la mansión como un YouTuber de Casas Embrujadas para descubrir los secretos de la mansión.
Por ende, él no tenía la menor idea sobre la situación en la que se encontraba.
“Será mejor que vaya con cuidado.”
Ellos debían de escapar de la mansión, la cual era como un laberinto.
Mientras descubren los secretos de esta, ya que están.
Mientras caminaba, Jaehyeon oyó la voz temblorosa de Ah-Hyeon.
— Umm… ¿Oppa? ¿Puede escuchar el llanto de un bebé? —
— ¿Huh? ¿De qué hablas? No puedo escuchar na…—
— ¡Uwaaa! —
Antes de que pudiera terminar de hablar, un silencio sepulcral llenó los pasillos de la mansión.
El llanto que Ah-Hyeon había escuchado volvió a sonar.
— ¡Uwaa! ¡Uwwwaaaaa! —
El espeluznante sonido, el cual sonó un par de veces, se había calmado con rapidez.
— Keuk… —
Ah-Hyeon se veía como si fuera a desmayarse del shock.
Jaehyeon suspiró.
“¿Cómo pudo terminar las < 5 Grandes> por su cuenta cuando es tan débil…?”
En verdad no podía hacer más que preguntarse eso.
Jaehyeon agitó la cabeza mientras veía como Ah-Hyeon temblaba.
Como mínimo, ella no será de utilidad hasta que se haya cambiado.
Jaehyeon pensó un poco antes de hablar, como si se hubiera dado cuenta de algo.
— Umm, ¿Alfred? ¿Hay muchos gatos por aquí? —
En general, el llanto de un bebé y el de un gato eran similares.
El llanto vino del exterior, lo que significa que al menos no hay un bebé dentro de la mansión.
Si es así, entonces hay posibilidad de que un gato estuviera maullando afuera y fuera confundido con el llanto de un bebé.
Antes las palabras de Jaehyeon, Alfred se detuvo y volteó para mirarlo.
Se dio vuelta otra vez y continuó guiando el camino.
— No. No hay gatos en esta mansión. —
— ¿Ni uno? —
— Así es. Ni un solo gato. —
Era una respuesta sospechosa.
Si esto fuera la realidad, el que no hubiera un solo gato en las cercanías sería imposible.
Pero ahora se encontraban en una Mazmorra Temática.
Aun si se trataba de un fallo en la realidad, aquí era posible.
Si él decía que no había gatos en una mansión dentro de la mazmorra, entonces no lo había.
Jaehyeon susurró a la pálida Ah-Hyeon.
— Hey. ¿Estás bien? En serio. Dijiste que no te asustaban los fantasmas. Estabas mintiendo. —
— ¡No! Es diferente con las películas y libros… Mire este lugar. ¿Acaso se ve falso? —
— …Eso es cierto. Como sea, aun si estás asustada, no puedes salir de aquí. —
— Lo sé. Deme un poco de tiempo para ajustarme. Entonces… —
— Este es el comedor. —
Alfred interrumpió.
Él estaba señalando a una gran puerta.
Era una puerta de acero que brillaba como nueva y estaba bien aceitada.
Chirrido…
Alfred inclinó un poco la cabeza y abrió la puerta para guiarlos al interior.
— La cena ha sido preparada bajo las órdenes de la Condesa de Flahndier. —
Su voz no cambió ni un poco, sonaba como una máquina.
Jaehyeon observó el interior de la sala para calmar sus nervios.
La cena los estaba esperando.
Una baguette bien cocinada se encontraba en el centro, en ambos lados de esta se encontraban un estofado de carne y sopa de maíz. Debajo de este se encontraban frutas frescas que cubrían toda la mesa.
— …No importa como lo vea, se ve como comida normal. Pero aquí hay algo sospechoso. —
Jaehyeon susurro suavemente, su rostro lleno de duda.
Ah-Hyeon también se veía preocupada mientras agarraba su manga.
— Por favor, cenen tranquilamente. Volveré cuando hayan terminado. —
Chirrido… ¡Golpe!
Alfred inmediatamente cerró la puerta tras haberlos acompañado al interior y se marchó.
Jaehyeon y Ah-Hyeon, quienes compartieron una mirada vacía, de pronto volvieron a sus sentidos.
Se les escapó un poco de saliva mientras miraban la cena frente a ellos.
Los platillos se verían exquisitos a los ojos de cualquiera.
Pero se encontraban dentro de una Mazmorra.
No era como que estuvieran hambrientos, por lo que era más importante analizar la situación antes de comer algo.
— Primero saca la cámara. —
— Oh, claro. —
Ah-Hyeon siguió su orden y sacó la cámara de su inventario, luego la encendió.
Un momento después, una luz se encendió mientras empezaba a grabar.
— Ya está grabando. —
— Okay. El mayordomo, Alfred o como sea, ya debería de haberse ido. Salgamos. —
— Espera. Antes de salir, primero recolectemos información de aquí. —
— ¿Qué? ¿Hay información que puedas sacar de aquí? —
— Espere un segundo, por favor. —
Mientras decía esto, dejó la cámara en el suelo y empezó a juntar maná en su interior.
Jaehyeon creyó que era una cantidad muy pequeña, pero fue efectivo.
[Iniciando Habilidad Activa ]
Jaehyeon miró en silencio.
Ah-Hyeon estaba usando “Aceleración Mental” para juntar información.
Sus nervios se estiraron en capas y empezó a conectar la información que había conseguido antes.
Conectaba y desconectaba constantemente los recuerdos lineales, girando en su mente.
Un momento después.
— No es todo, pero he descubierto algunas cosas sobre esta mansión. —
— Como esperaba, eres rápida. Tal vez sea porque es una Habilidad Innata, pero parece ser muy útil, ¿eh? —
A decir verdad, Jaehyeon estaba sorprendido.
Solo habían pasado unos segundos, pero Ah-Hyeon había logrado descifrar la mansión con éxito.
Respiró profundamente y lentamente empezó a decir lo que había organizado en su mente.
— Creo que la dueña de esta mansión es una niña. Tal vez de unos doce años… —
Esa era la edad que Jaehyeon había pensado que la niña de retrato tenía.
Jaehyeon cruzó los brazos y le preguntó,
— ¿Por qué crees eso? —
— Puede darse cuenta de ello con ver la silla y el pasillo. —
— ¿Silla? ¿Pasillo? —
Jaehyeon preguntó, entrecerrando los ojos, ya que no podía ver la conexión entre ambos.
Ah-Hyeon asintió y se dirigió hacia el asiento a la cabeza de la mesa.
Ella movió la silla y se la mostró a Jaehyeon.
— Mire. Por lo general, la silla a la cabeza de la mesa es la silla en la que el dueño de la mansión se sienta. Pero solo esta silla es alta, lo que significa que el amo aún es muy joven. —
— Tiene sentido. ¿Qué más? —
Todos los estantes en el pasillo eran bajos y solo aquellos más bajos mostraban señales de uso. —
— Cierto. Considerando que esta es la mansión de un conde, todo se encontraba muy bajo. El retrato del pasillo probablemente no fue pintado cuando ella era joven. —
Cuando Jaehyeon opinó lo mismo que ella, Ah-Hyeon suspiró del alivio.
Era importante que ella le mostrara que podía ser de utilidad de cualquier manera.
Por supuesto, él estaba obligado a protegerla gracias al contrato, pero…
Si le preguntan a Ah-Hyeon, Jaehyeon era igual de peligroso que Alfred.
No había nada de malo en ser cuidadosa.
— Entonces, salgamos. Ya tenemos toda la información que podíamos conseguir de aquí. —
— Sí. —
Jaehyeon puso una mano sobre el picaporte de la puerta por la que Alfred había salido hacía poco.
Sin embargo…
“… ¿Qué es esto?”
Jaehyeon estaba confundido.
La puerta no se movía, aun cuando usaba fuerza.
Un escalofrío recorrió su columna.
— ¡Oppa! ¡Esta es una cámara muy cara! ¡Wow, genial! ¿Podré llevármela cuando salgamos de la mazmorra? —
— Ahora no es momento para tonterías. —
— ¿Huh? —
— Estamos encerrados. —
— …¡¿Qué?! —

Capitulo 65

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