Capitulo 95

Obtuve un objeto mítico (Novela)

Capítulo 95 - Svartálfaheim (2)
— Creo que está demasiado oscuro aquí... Será mejor que usemos "Destello"... —
— No, espera. Yo lanzaré el hechizo, así que vigila, ¿de acuerdo? —
Jaehyun se adelantó ligeramente después de detener a Ina de lanzar "Destello".
¡Kzzzt...!
La energía vital pulsó y creó un ruido feroz.
Jaehyun juntó y concentró su maná en la punta de sus dedos, luego la disparó hacia la oscuridad total.
[Iniciando Habilidad Activa “Destello Lv3”]
[Una luz aún más intensa ahuyenta la oscuridad e ilumina los alrededores.]
Decenas de esferas de luz flotaron en el aire y empezaron a congregarse alrededor de Jaehyun.
Estas esferas brillaban como el musgo de las paredes interiores de una mazmorra.
— ¡¿Qu-Qué demonios?! ¡Esto es…! —
YooJung miró sorprendida a las bandadas de luz en el aire.
Jaehyun sonrió inconscientemente ante tal reacción, que era mejor de lo que él esperaba.
“Bueno, sería más extraño que vieras algo así y no te sorprendas.”
Aunque Jaehyun pensó así, no se olvidó de reprender a YooJung.
— Kim YooJung, esto es un calabozo. Baja la voz. —
— ¡Oh! Lo siento… —
YooJung rápidamente se tapó la boca y se disculpó, sus ojos todavía enfocados en las luces.
— Te lo pregunto porque no estoy del todo segura, pero esta luz… —
— Sí, subí de nivel la habilidad de rango D "Destello" —
— ¡¿Qué…?! —
Esta vez, el grito fue un poco más suave, pero seguía sonando confuso.
Tres pares de ojos se entrecerraron mientras se enfocaban en Jaehyun.
Especialmente, Ina y YooJung, las dos Magas. Ambas tuvieron el mismo pensamiento, casi al mismo tiempo, mientras miraban la espalda de Jaehyun.
“¡¿Subir de nivel una habilidad?! ¡Pero eso solo es posible si eres al menos de rango A...!”
“No puede ser… ¿Jaehyun ya mejoró tanto?”
Por supuesto, no fueron los únicos que se sorprendieron.
HoYeon y SungJae también parecían bastante sorprendidos, aunque no dijeron nada.
“Bueno, era de esperarse.”
Jaehyun pensó con calma.
A otros les parecerían increíbles tales logros. Durante el último mes, Jaehyun hizo todo lo posible para fortalecerse por sí mismo.
Mientras escuchaba las clases de Comprensión de Fórmulas Mágicas, trató de comprender más verdades fundamentales sobre la magia.
Averiguó cómo configurar la fórmula para que fuera estable frente a cualquiera que intentara deconstruirla y cómo lanzar más eficazmente.
Además, consiguió hojear todos los libros de hechizos de la Biblioteca Central de Milles. Después de hablar con Sung-Eun, tampoco le dio pereza el entrenamiento práctico.
Como resultado, Jaehyun pudo subir fácilmente de nivel las habilidades que eran de rango D e inferior.
Jaehyun pensó un momento mientras miraba la luz brillante que tenía delante.
"’Destello' es un hechizo especialmente útil, así que lo usé todo lo que pude para que subiera de nivel.
Y tampoco consume mucho maná. Gracias a esto, ya he alcanzado el nivel 3. Ya no tengo que llevarlo en la mano, porque me sigue a donde vaya. Tampoco me duele el brazo, así que es como matar dos pájaros de un tiro.”
Jaehyun asintió, satisfecho, y señaló al frente con la barbilla.
— ¿Qué hacen? Vámonos. —
— Oh, claro. Hay que movernos. —
— Oh, sí… —
— Sí... —
El grupo miraba de un lado a otro entre Jaehyun y la esfera que brillaba frente a ellos con expresiones atónitas.
La luz resplandeciente estaba iluminando la profunda oscuridad que les rodeaba.
“¿Es esto realmente posible?”
SungJae chasqueó la lengua mientras veía a Jaehyun manejarlo todo a la perfección.
Un sudor frío corría por su espalda y su cuerpo temblaba.
Aunque era un Luchador, sabía muy bien lo extraordinario que era el logro actual de Jaehyun. Había entrenado a muchos nuevos luchadores en el gremio como, ya que era el gerente, y estaba acostumbrado a ver talentos increíbles todo el tiempo.
Sin embargo…
A los ojos de SungJae, el talento de Jaehyun estaba más allá de la norma.
Era casi increíble.
Tragó saliva mientras miraba el rostro tranquilo de Jaehyun.
SungJae pensó: “Y pensar que alcanzó el rango A a los diecisiete años… es un talento realmente aterrador”
Nadie, en todo el mundo, había alcanzado el rango A a los diecisiete años.
Después de respirar hondo, SungJae murmuró mirando la esfera que iluminaba la cueva mientras seguía a Jaehyun.
— ¿Cuánto más fuerte puedes ser, Jaehyun? —
* * *
— Qué mierda... ¡Instructor Kim Soek-Gi! ¡¿Cómo diablos pudiste hacer esto?! —
— E-en verdad lo siento. Director... Pero yo no tenía ni idea de que alguien se atrevería a entrar en el edificio del gremio… —
— ¡Llamas a eso una excusa! —
En la oficina del Director de la Academia Milles, el Instructor Kim Soek-Gi se inclinaba profundamente ante Gu Ja-in.
La razón por la que Kim Soek-Gi estaba tan intimidado era muy simple.
Hacía apenas un momento, habían recibido un informe del Gremio Caín sobre que algunas personas del exterior se habían metido en el círculo que habían creado para encargarse de los cadetes.
“Maldita sea. ¡Nada está saliendo bien...!”
Gu Ja-in resentía el hecho de que su plan pudiera ser expuesto al público. Aunque, por supuesto, había dos razones por las que hizo tal cosa a pesar de ser tan arriesgada.
Primero, deshacerse de los cadetes sin talento y reducir costes.
En segundo lugar, cumplir las expectativas de “él”, el que ocupaba el primer lugar entre los Aesir, obligando a los cadetes de nivel bajo y medio a “despertar” una vez más.
La última razón era la más importante.
“Él” había dicho que tenían que entrenar a tantos saqueadores fuertes como sea posible.
Por lo tanto, Gu Ja-in creó numerosas matanzas bajo la apariencia de accidentes.
Organizó varios eventos como el famoso Festival de Milles, las Prácticas de Mazmorras y la Observación de Gremios, poniendo así en riesgo a los cadetes.
“Aunque lo peor fuera a pasar, no todo se haría público... Aun así, la pérdida para la Academia Milles y para mí mismo sería inevitable.”
Aunque los mitos se habían convertido en realidad, muy poca gente creía en los dioses. Así que la última razón no se revelaría aunque el incidente llegara al conocimiento del público.
¿Y cuánto se había logrado hasta ahora gracias a él?
Aunque sus intenciones no eran puras, el número de saqueadores de rango S y A que había producido no podía ser contado con las dos manos.
Por eso, había incluso quienes pensaban que aunque Gu Ja-in fuera corrupto, debía seguir en su puesto.
Los medios de comunicación estaban de su lado.
Solo había una persona que podía dañar el estatus de Gu Ja-in en Corea.
Yoo Sung-Eun del Gremio Yeonhwa.
“Pero no hay razón para que ella intervenga. Aunque el Gremio Caín, donde el incidente está ocurriendo, y el Gremio Yeonhwa están cerca uno del otro, los terremotos han sido frecuentes en los últimos años.”
“En el mejor de los casos, ella solo enviaría algunos investigadores cerca.”
Sin embargo, la expresión de Gu Ja-in no parecía tan buena. Por pequeña que fuera la posibilidad, existía la posibilidad de que su plan se torciera debido a circunstancias imprevistas.
Debido a eso, el Instructor Kim Soek-Gi no tuvo más remedio que seguir inclinándose mientras escuchaba a Gu Ja-in durante más de una hora.
“No sé con qué clase de bastardos estamos tratando, pero tenían que entrar…”
Él quería poner excusas. Pero mirando a la persona que tenía delante, mantuvo la boca cerrada.
¿Quién era el hombre frente a él?
El Director de la Academia Milles y la única persona en Corea que tenía todo el poder.
¿Y si decía algo malo en este momento e iba en su contra?
Realmente podría ser echado a un lado, así sin más.
Para empezar, Gu Ja-in no era de los que mantenían a un secuaz cerca de sí por mucho tiempo.
La persona que sirvió a Gu Ja-in antes que él seguía desaparecida, sin pistas sobre su paradero. Era probable que se hubieran enterado de información peligrosa y hubiera sido borrada, o que hubieran decepcionado enormemente a Gu Ja-in.
Borrar a alguien no era difícil para Gu Ja-in.
“¡No! ¡No puedo dejar que eso suceda!”
Kim Soek-Gi apretó los dientes.
— ¿Creías que te toleraría incluso después de haber hecho algo así? —
Había cierto filo en la voz de Gu Ja-in.
Gu Ja-in le había dado una oportunidad a Kim Soek-Gi en las Prácticas de Mazmorra y en la Observación de Gremios.
Pero Kim Seok-Gi lo había decepcionado.
Crear problemas en el medio de algo no era la forma en que Gu Ja-in hacía las cosas.
El 100%.
Incluso cuando jugaba, no hacía una apuesta a menos que tuviera la garantía de ganar.
Así era como Gu Ja-in había vivido su vida hasta ahora.
Gu Ja-in preguntó mientras reprimía su ira.
— Entonces, ¿cuántos entraron?—
Kim Soek-Gi se apresuró a responder.
— E-Eran cinco personas. —
— ¡Ja! Realmente dejaste entrar a muchos. —
— Um... con todo respeto, creo que se está preocupando demasiado... ¿No es normal hoy en día que la gente corriente muera en portales que aparecen de repente? Si lo encub… —
— ¡¿Te crees gracioso?! —
Gu Ja-in golpeó el escritorio, que estaba apilado con papeles. Kim Soek-Gi retrocedió sin darse cuenta ante la feroz mirada.
¡Zzzt...!
Mientras el maná emitía un sonido ardiente, empezó a fluir lentamente hacia atrás.
Era un hechizo de reflujo, una de las preparaciones ocultas que Gu Ja-in había puesto en marcha.
Gu Ja-in tenía varias habilidades activas aparte de su Habilidad Innata, Lavado de Cerebro.
Milles era un lugar donde el fuerte regía, y para sobrevivir allí tenía que demostrar constantemente que tenía lo que hacía falta para ser el Director.
Ese hechizo de reflujo también era muy especial en la variada colección de hechizos de Gu Ja-in.
Era un poder que “él” le había otorgado personalmente.
Aunque estaba degradado y no se podía mostrar toda su capacidad, ya estaba cerca de ser tan poderosa como la mayoría de las habilidades de trato de rango S.
Mientras tanto, la cara de Kim Soek-Gi se puso rígida al sentir el maná en el aire.
Era una sensación extraña que le dificultaba la respiración y le impedía moverse. Sentía como si le estuvieran retorciendo las venas y destruyendo las tripas.
Había sido golpeado directamente por el hechizo de reflujo.
Después de un rato, la expresión de Kim Soek-Gi se volvió cada vez más sombría.
Los ojos de Kim Soek-Gi estaban desenfocados y sus piernas temblaban débilmente. Parecía haber perdido el control de todo su cuerpo.
Gu Ja-in le chasqueó la lengua a Kim Soek-Gi. Luego, habló en voz baja.
— Los círculos de teletransporte no pueden ser invocados por gente ordinaria sin maná. —
— ¡Keuhuk! —
Sus venas se retorcieron una vez más mientras gemía.
Gu Ja-in frunció el ceño al ver la sangre salpicar sus ropas mientras continuaba.
— Y eso significa, gente con maná, en otras palabras, saqueadores activos o cadetes capaces de manejar el maná, fueron transportados a Svartalfheim por el círculo de teletransporte. —

Capitulo 95

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