Capitulo 1

Subiendo de nivel junto a los dioses (Novela)

Capítulo 1

Un cielo crepuscular.

Se pudrió en la oscuridad mientras el suelo se desintegraba. El lugar que habían llamado hogar durante años.

La Torre se estaba desmoronando.

—Así que hemos perdido.—

Esas fueron las palabras que nadie se atrevió a decir porque se sintió como si finalmente se convirtiera en verdad una vez que se dijo.

Los diez “Dioses” que estaban reunidos alrededor comenzaron a recordar sus epopeyas.

—¿Este es el fin?—

—Nunca imaginé que sería así como nos separamos.

—Sí. Sabía que tenía que terminar de una manera u otra, pero...

—No nos pongamos sentimentales y hagamos esto rápido. Hemos terminado de todos modos.—

—¿Qué quieres decir con terminado? Todavía no se ha acabado.—

Un hombre de pelo blanco platino que sostenía un largo bastón habló. Era Son OhGong. Tenía el título de “El Gran Sabio Sosia del Cielo” y era el protagonista del mito El Traidor del Reino Celestial.

—Hablas mucho para alguien que está al borde de la muerte.—

El que disputó la confianza de Son OhGong fue Hércules, con su piel de león y blandiendo un mazo roto. Habiendo traído la victoria en la guerra contra los Titanes, ahora el gran héroe del Olimpo estaba cerca de la muerte con uno de sus brazos cortados.

—No me estoy muriendo.—

—Puede que seas un ‘Inmortal’, pero ¿realmente puedes seguir actuando tan poderoso frente a ellos?—

Hércules giró la cabeza, mirando a los seres que volaban por encima de los cielos crepusculares. Dioses del Otro Reino.

Los Dioses del Exterior.

“La desesperación que alcanza los cielos, la penumbra atrapada en un pantano; El que no pudo nacer; La calamidad insensata…”

La gente normal perdería la vida con sólo mirarlos, y esos seres estaban destrozando su mundo.

—Ugh...—

—Pronto descubrirán este lugar.—

—Es posible que ya lo hayan hecho.—

Una masa blanca y pura bajó volando de la nada. Todos los dioses volvieron sus miradas hacia la masa antes de volver a mirar hacia la voz de la persona.

—Lo logré. Pensé que iba a morir.—

De pelo negro azabache con ojos igual de oscuros, el hombre tenía el pelo corto y desordenado. Yuwon parecía agotado, dando pasos lentos hacia la silla improvisada que ofrecía el tronco de un árbol antes de sentarse.

—¿Viniste solo? —preguntó Hércules.

Varios compañeros se habían ido con él, pero Yuwon volvió solo.

— Sí…—

—Merlín, Asura, Vishnu... ¿ellos…?—

—Sí —Yuwon asintió con la cabeza—. Están todos muertos.—

El aire se volvió sombrío.

Los Dioses que se fueron con Yuwon no pudieron regresar. Probablemente fueron tragados por esos seres, alimentando el Otro Reino.

El ambiente sombrío duró poco. Los Dioses volvieron su atención hacia la masa blanca y pura que lanzó Yuwon.

—¿Quién es este bastardo?—

— El maldito de Caos.—

—¿Qué?—

Los dioses supervivientes se sorprendieron por la respuesta de Yuwon.

Sabían que su oponente no sería alguien normal cuando Yuwon volvió solo, pero su identidad era aún mayor de lo que imaginaban.

— ¿En serio? ¿Este tipo?—

Yuwon asintió con la cabeza.

—Con esto, ahora lo sé con seguridad.—

Uno de los Dioses Externos.

Yuwon se dio cuenta de la fría y dura verdad en su lucha contra el maldito de Caos.

—Un Interno no puede vencer a un Externo.—

Interno.

Así se llamaban a los seres que existían dentro de la Torre, como Yuwon. Y los que estaban reunidos aquí eran seres que habían subido al último piso de la Torre, forjando su mito, ganando la divinidad y un nombre divino.

Pero ni siquiera ellos podían compararse con los Dioses del Otro Reino.

En realidad, esto era algo que sabían desde el principio. Desde el comienzo de esta lucha, cuando los Dioses del Otro Reino aparecieron. Su existencia era una calamidad, incluso para aquellos que pensaban que eran iguales a un dios.

—No hay manera de ganar.—

El anciano que estaba sentado en la esquina habló.

—Por ahora, así parece ser.—

Extendió la mano para mostrar la mecánica interna de un reloj en su palma. Era el Movimiento del Reloj de Cronos.

—¿No existe otra manera? — preguntó Yuwon mientras miraba al anciano Cronos.

— Hay que volver a otra línea temporal del mundo antiguo y empezar de nuevo.—

—De ser posible, me habría gustado terminar esto aquí.—

—Esta era la última oportunidad —Cronos habló con una voz poderosa, que contrastaba con su joroba y su rostro arrugado.

Cronos era un ser que poseía la divinidad de controlar el tiempo. Los objetos que fabricaba tenían poderes relacionados con el tiempo. Pero...

—Probablemente habré desaparecido en la línea temporal del mundo a la que regresarás. Es un precio justo a pagar por la única forma de retroceder en el tiempo y cambiar los sucesos del mundo. Así que no desperdicies tu energía buscándome.—

—¿Dejarás de existir?—

—No sé cómo será, pero mi desaparición no importa.—

Su historia ya había terminado, por eso Yuwon quería que la pelea terminara aquí. Sin embargo, perdieron la lucha al final. Ahora, no había otra opción que regresar.

—Entonces, ¿quién...?—

Los ojos de todos se volvieron hacia Yuwon.

Ya estaba decidido quién regresaría al pasado.

Lo único que quedaba era la decisión de Yuwon.

—Lo supuse, pero ¿realmente tengo que ser yo?—

—Así es.—

Era algo de lo que se hablaba desde que se planteó el Movimiento del Reloj, sobre quién volvería al pasado. No era seguro, pero había dos candidatos principales.

Yuwon y Son OhGong.

Seguramente hubo algún tipo de discusión mientras Yuwon estuvo ausente porque se tomó una decisión.

—¿Por qué yo?—

—Fuiste el último en entrar. Y, sin embargo, lograste llegar hasta aquí.—

Era cierto. Yuwon entró en la Torre más tarde que todos los presentes. Pero se adaptó a ese mundo y subió más rápido que los demás, llegando a ese lugar en el que podían luchar juntos.

—No lo has olvidado, ¿verdad? Los seres de los pisos superiores tienen restringido el modo en que pueden intervenir con los pisos inferiores. Así que, para cambiar la Torre, tenemos que empezar desde los pisos inferiores e ir subiendo.—

—Sí, lo sé.—

—Por eso eres nuestra única opción.—

Yuwon dejó escapar un profundo suspiro mientras extendía su mano.

El Movimiento del Reloj continuó moviendo el tiempo hacia adelante. Las instrucciones se registrarían en la mente de la persona tan pronto como sostuviera el objeto.

—Cuando regreses en el tiempo, probablemente no tendremos la misma relación que tenemos ahora. Así que, aunque no te reconozca, no te lo tomes tan a pecho. Ese yo no sabrá quién eres.—

—Haz entrar en razón a los que no pueden comprender la situación. Si todo lo demás falla, puedes matarlos.—

—Espero que lo pases mal, amigo mío.—

Cada uno dio una palabra a Yuwon. Ahora que era la despedida final, no se contuvieron.

—Ustedes siempre supieron qué decir.—

Yuwon esbozó una sonrisa melancólica mientras lanzaba una última mirada a sus compañeros.

Tras la aparición de los Dioses del Otro Reino, no tuvieron más remedio que unir fuerzas. Al principio, nadie fue amigable. Algunos eran antagónicos y hostiles. Algunos incluso apuntaban al cuello de los demás.

Pero ahora todo era diferente.

Recordando, parecía imposible.

“Eran todos muy tercos…”

Tic-tac

Ya estaba lleno de preocupación. Se preguntaba si sería capaz de reunir a todos esos idiotas en un solo lugar después de regresar al pasado. Si serían capaces de luchar contra los seres del Otro Mundo, si serían capaces de ganar esta lucha...

Si sería capaz de cambiar todo para mejor.

Tic-tac

El Movimiento del Reloj comenzó a moverse hacia atrás.

“Creo que lo voy a tener difícil.”

Dentro del campo de visión de Yuwon, innumerables mecanismos del reloj comenzaron a moverse hacia atrás.

Capitulo 1

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