Capitulo 44

Vista omnisciente en primera persona (Novela)

Capítulo 44 - Los no muertos no se callan
El no muerto se tambaleó como un hombre levantándose de un largo sueño. Él no gritó o se conmocionó, aunque le faltaban sus brazos y piernas. Para alguien quien fue despedazado en un trágico accidente, no había nada especial sobre su reacción. Cómo debería ser.
La realidad era que los no muertos no mueren aún si sus extremidades son arrancadas y sus cabezas se caen. Ese grado de lesiones es cosa del día a día para ellos. Pero si hay una diferencia de sus vidas diarias, es el hecho de que ellos no se pueden regenerar en ese abismo que cortaba la tierra.
Los no muertos recuperaban sus sentidos y gritaban asustados con una cara atónita.
[¡Oh! ¿Qué sucedió? ¡Realmente recuerdo a mis extremidades siendo arrancadas!]
— Todavía lo están. Aquí. —
Le ofrecí sus brazos y piernas desmembradas. En vez de estar horrorizado, quejarse de dolor, o desconfiar de mí, el no muerto prontamente tomó sus extremidades y las pegó a donde pertenecían. Él incluso me dio pulgares arriba con su mano recién unida, riendo alegremente.
Solo, ¿Qué es lo que puedes esperar de un no muerto? Perder sus extremidades no es la gran cosa para él.
[¡Gracias! ¡Qué generosidad!]
— No es nada. Mantén tu brazo unido a partir de ahora.
Había estado manteniendo a mi audiencia esperando por mucho tiempo. Girando hacia al no muerto, extendí mis brazos y le grité al resto.
— ¡¿Ahora lo ven?! ¡Eso es, resurrección! ¡Un gran éxito! ¡Sus brazos y piernas no se han vuelto a colocar todavía, pero su corazón ciertamente está latiendo! —
He aquí el milagro de traer a los muertos de vuelta a la vida. ¿Tal vez yo fui la segunda venida de los santos? Yo podría engañar al menos a una docena si comenzara una religión.
Pensándolo bien, la verdad del asunto era que yo había simplemente forzado a los no muertos a despertar de un estado de desanimación. Olvídate de ser un santo, lo que hice no fue diferente de esas horribles alarmas de reloj. Sin embargo, era un hecho que hice que un corazón parado comience a latir de nuevo.
Miré a la regresora y a la vampira con una sonrisa orgullosa. Los magos eran una especie de pavos reales, quienes necesitaban de una audiencia para sobrevivir. Sus reacciones eran el impulso que me mantenían vivo.
Especialmente la regresora. Como alguien quien tenía pistas del pasado, ella era la mayor razón por la que desperté al no muerto, después de todo.
“Un método como ese… puede hacer que se levante. ¡Así tiene que ser como los no muertos se despertaban en el pasado! ¡Entonces! ¡¿Es este ese punto en el tiempo?!”
“¿Qué punto en el tiempo? ¿Podrías por favor parar de pensar de esa manera y solo recordar? ¡Recordar en vez de referirse a ciclos pasados y llenarlo de pronombres!”
De acuerdo, no nos apresuremos. Dejemos a la regresora por ahora. Puedo sacarlo lentamente de ella más tarde. Entonces, ahora con la vampiresa.
Leí los pensamientos de la vampira con el corazón lleno de anticipación. Ella no traicionó mis expectativas.
[¿Forzando el corazón a latir… otra vez?]
Olas de emoción arrasaron sobre mí. El peso de 1200 años fue tremendo. La vampira estaba aturdida, sus ojos se ampliaron como alguien quien había presenciado un milagro. Pero debido a mi lectura de mentes, podría decir que ella estaba mucho más sorprendida internamente.
[No. Eso es posible porque era un terrícola. Su corazón pudo latir otra vez debido a que él es un no muerto inmortal. Una chispa de fuego es suficiente para reanimarlos. Si, no es nada más que una chispa.]
Luego la vampira pronto recordó otro hecho; vampiros, quienes animan la sangre a través del arte de la sangre, eran también una raza de inmortales.
[¿…Quizás yo también?]
Si tan solo ella tuviera las brasas para avivar su pálido cuerpo. Si ella pudiera mantener ese fuego dentro de su pecho.
[¿Podría mi corazón, volver a latir también?]
Ya sea por expectativas, firme sentido común, o nociones egoístas… Una mente aparentemente fuerte es, sin duda, nada en absoluto. Creencias sólidas no son nada más que ilusiones que pueden ser destrozadas por el comentario de otros.
Y esa verdad es mi entretenimiento. Esa era mi única manera de vivir, pero ese era el por qué yo precisamente sentía más placer. El sentido de estar vivo, la autoestima de poder existir llenando mi cuerpo.
¿Los humanos sienten el sabor y la felicidad de la comida porque fue el resultado de una ventaja evolutiva para la supervivencia? ¿O la comida por sí sola contiene sabor y felicidad en primer lugar? Me di cuenta de que no había necesidad de distinguir. La dulzura perduró en mi boca.
Mientras estaba ebrio en un sentido de plenitud, el no muerto terminó de ensamblar sus extremidades y levantarse. Aún que de alguna manera se había reconstruido a sí mismo, era evidente de que no podría esperar más durabilidad de su trabajo que de algo encintado todo junto.
El no muerto me ofreció su mano derecha, la cual él accidentalmente unió al revés.
[¡Encantado de conocerte! Yo soy Rasch. ¿Y tú?]
“Uh, supongo que debo saludar con mi mano derecha. ¿Aun si la suya está del lado equivocado?”
Tomé la parte de atrás de su mano y la estreché.
— Yo soy el nuevo guardián aquí. Te encontré en el basurero de la cafetería, uh, gabinete, y te reviví. —
Su antebrazo derecho se partió en el momento en el que lo sacudí hacia arriba. Como si estuviera asustado de caerse, se aferró a mi mano, colgándose. De pronto, me convertí en un hombre con dos hombros.
El silencio nos rodeó. Mirando a su separada mano derecha, el no muerto rascó mi cabeza con su izquierda y rio raramente.
[Jaja. Lamento molestarte. Nos habríamos pegado juntos en un segundo si estuviéramos en la superficie. ¡De seguro nos tomaría un tiempo en el abismo!]
— Bueno, puede pasar. —
Jalé de sus dedos y puse su antebrazo de vuelta en la unión de su hombro. El no muerto movió rígidamente su recuperado brazo derecho mientras hacía un comentario.
[¡Es fabuloso que el Estado haya mandado a una persona viva! ¡Ellos usualmente envían trozos de hierro para merodear alrededor! A propósito, ¿Dónde están los demás? ¿Han escapado?]
— Si te refieres a los aprendices quienes solían estar aquí, todos ellos escaparon. Estas son las únicas personas restantes. —
Secretamente leí las memorias del no muerto mientras hablábamos para encontrar el motivo por el cual él terminó tirado en un tacho desgastado con sus extremidades arrancadas.
El no muerto, Rasch, era un prisionero. Él estaba impresionado por las leyes y sistemas avanzados del Estado Militar y quería conocer más sobre ese lugar, pero el Estado no correspondía el sentimiento.
La ecología de los no muertos era muy diferente de la que los humanos ordinarios tienen. A Rasch no le importaban las lesiones y siempre daba un paso adelante primero cuando había un trabajo para ser hecho. Él raramente se encontraba cansado, y aunque saliera herido, él simplemente se reía de ello. Los no muertos eran, de hecho, unos maravillosos vecinos, tanto así, que cualquiera desearía, al menos, tener a alguno de ellos alrededor.
Pero eso no significaba que Rasch era alguien fácil de convencer. Tan temerario como los no muertos eran de la muerte, ellos valoraban mucho el honor y las reglas equitativamente. Ellos se reirían del corte de una espada en sus cuerpos, pero no tolerarían cualquier insulto a su dignidad.
Desafortunadamente, un ciudadano olvidó el dicho “el puño está más cerca que la ley” y provocó a Rasch. Pareciera que la ley militar del Estado, la cual estaba más cerca que la mayoría de los puñetazos, había torcido los instintos de supervivencia del ciudadano.
El hombre había solemnemente recitado un rezo: “Ustedes, bastardos, son tan infatigables como son incultos, entonces la esclavitud debe de ser sus vocaciones de por vida”. Entre amigos, no sería más que una mala broma, pero frente a tal bárbaro, se convirtió en un deseo de muerte.
Como el buen educado terrícola que era, Rasch intentó pacientemente derrocar al hombre con palabras. Pero los idiotas tienden a desear la muerte al menos dos veces. Y así, como el buen educado terrícola que era, Rasch humildemente aceptó su destino y lo desgarró hasta la muerte.
Otro hombre intentó rescatar al primero y atacó al no muerto, pero eso supuso que él respaldaba el insulto por lo que también fue descuartizado.
El Estado intentó ejecutar a Rasch, pero no había manera de matar a alguien que podía resistir balazos y caminar a través del fuego. Y, cuando el Estado carece de habilidad para matar algo, ellos solo tenían una manera de manejar a los prisioneros.
Los líderes de Estado llegaron a una decisión, y Rasch fue llevado a Tántalo. Él se desarrolló bien allí, hasta que quedó envuelto en un incidente de fuga.
“Mmm. Interesante. Espera. Entonces si él atestiguó la fuga en Tántalo ¿No sabría también él como salir?”
Comencé a dirigir la conversación.
— Aprendiz Rasch. ¿Preguntaste antes, no es así? A dónde todos los demás habían escapado. —
[En efecto, pero ¿qué hay con eso?]
Los muertos callan. Por eso los no muertos, quienes no mueren, son unos fantásticos testigos habladores. Él era un testigo ocular para mí ahora como lo era para la regresora en su futuro. Un precioso testigo quien tal vez sabe cómo escapar de esta prisión.
— El Estado Militar es enormemente curioso. Esto es el abismo, un lugar inaccesible por caminos ordinarios. Así que, ¿cómo en el mundo los prisioneros tuvieron éxito en escapar?
Le cuestioné al no muerto, fingiendo interrogarlo mientras activaba mi lector de mentes a su máxima capacidad. Si tan siquiera recordara las memorias relacionadas, obtendría la carta que era la manera de escapar del abismo. La regresora cayó en el abismo justo después de que los prisioneros se fugaron, por eso ella no sabía mucho.
Miré al no muerto, lleno de esperanza.
[¡No lo sé!]
Y sigilosamente lo vi dar una respuesta contundente.
[Este hechicero hizo algo, luego sugirió que todos escapemos juntos. ¿Puedes creerlo? ¡Continuó sobre tener una mejor oportunidad de escapar como un grupo o lo que sea! Bueno, no había razón para rechazarlo, ¡así que asentí!]
— ¿…Enserio? —
[¡Por supuesto!]
“Maldición. Este inútil inmortal.”
— ¿Pero tiene que haber algo que hayas escuchado al pasar? Como quien era esa persona, y que método usaba. —
[¿Quién sabe? Ese débil hechicero, él tiene que haber usado algún extraño truco para salir.]
— Oh, ¿Podrías pensar de nuevo un poco más seriamente? —
[Me disculpo, pero no tengo ningún pasatiempo en recordar cada palabra pronunciada por otro hombre. Especialmente cuando viene de un vano discurso de un hechicero. Ni siquiera puedo imaginarlo.]
El no muerto respondió descuidadamente, ni siquiera intentando recordar.
Por dios. Pensar que realmente habría una persona quien borró su memoria por el hecho de que no tiene ningún pasatiempo en recordar. Nunca lo había imaginado.
El no muerto levantó sus orejas por un momento antes de preguntar en respuesta.
[Entonces, ¿qué es lo que estabas preguntando?]
— Cuando decías que no te importaba recordar, veo que también eso incluía mis palabras. —
“No había ni una sola persona de ayuda aquí, eh. ¿Cómo podría no haber nadie con un poco de información útil? No, no puede ser posible. Debe de ser porque todavía no extraje suficiente de su memoria.”
Me mantuve con una pizca de esperanza y continúe preguntando.
— Ahora, para mi segunda pregunta. ¿Por qué fallaste en fugarte cuando todo el resto de los aprendices escaparon? ¿Hubo algún desacuerdo? —
[¿Desacuerdo? Mm. Si hubo.]
El no muerto recorrió el pasado.
[Ese débil hechicero dijo que él iba a liberar a los prisioneros. Pero su larga estadía en prisión lo habrá conducido a la locura porque, de repente, él intentó matar a todos los no convictos.]
— ¿A qué te refieres con no convictos? —
— Los laburantes. Sí, las personas quienes se encargaban de cocinar y limpiar en este lugar.
Tántalo era una inmensa edificación que contenía atroces criminales capturados provenientes de todo el mundo. Ellos eran prácticamente dejados a sus dispositivos aquí porque ni siquiera el Estado Militar podía controlarlos. Esto era un reino de voraces demonios y, también, un patio de ejecución del Estado. Un lugar que mata a las personas que son mandadas abajo por su cuenta.
Esto era el por qué el Estado daba la sentencia de trabajo a figuras políticas prominentes u ofensores políticos disruptivos quienes eran muy difíciles de simplemente matar. No había otro nombre para el castigo capital.
[Quedaban pocos trabajadores, con los otros presos matando a tantos, pero seguían siendo nuestros compañeros. Yo les tenía bastante cariño. Pero en vez de escapar juntos, el hechicero quería matarlos. Me opuse, pero él fue obstinado.]
— Ellos deben haber sido criminales bastante grandes por sí mismos, siendo laburantes en el abismo. ¿Por qué él los mató? —
[¡No lo sé! Para recordarte, yo no tengo ningún pasatiempo en recordar cada murmullo de otro hombre.]
“Bueno, ¿No estás muy orgulloso de ti mismo?”
[De igual forma. Yo peleé contra él, ¡y perdí! ¡Debí haber sido golpeado con mucha fuerza porque mis memorias son vagas! Realmente, sí solo este no fuera el abismo, ¡me habría regenerado instantáneamente y aplastado esa tonta cara de él!]
— ¿Es así? —
[¿Qué? ¿Hay más que decir?]
El de verdad no fue de ninguna ayuda. Agh, como sea. Había recolectado toda la información que pude. Era hora de cambiar el asunto a la regresora.
— Aprendiz Rasch. Allá, ¿ves a esa persona?
La Regresora —ella ha estado mirando hacia aquí, inclinándose hacia delante con una cara llena de interés— se estremeció cuando la apunté.
“¿Huh? ¿Yo? ¿Por qué?”
El no muerto mostró una reacción indiferente al ver a la regresora.
[¿Ese niño?]
— Sí, él. No sé porqué, pero parece que tiene interés en ti… Ahem. En otro sentido. —
[¿Huh? ¿Qué sin sentido estás diciendo?]
Ella siguió tratando de observar como una espectadora, pero no hay manera de que deje que eso ocurra. No tolero que otras personas tengan las cosas más fáciles que yo.
Desde que no pude extraer nada útil, en su lugar, tendré que leer sus pensamientos. De acuerdo entonces, búscate a ti mismo.
— Aprendiz Shei, ¿No estás interesado? —
— ¡Obviamente no! —
— ¿Entonces está bien dejarlo ir a la cama? El aprendiz Rasch probablemente caiga dormido otra vez pronto. —
El no muerto se tambaleó en su lugar justo después de que hablé. Él miró hacia debajo de su cuerpo, aparentando sorpresa.
[¿Oh? Ahora que lo mencionas, estoy en un estado raro. ¡Me he despertado pero mi cuerpo no está completamente recuperado! ¿Qué hiciste en el nombre de Gaia?]
— Envié electricidad a tu corazón y te forcé a levantarte, lo ves. —
[¡Oho! ¡Ahora esto también es increíble! ¿Cómo lo controlaste?]
El no muerto continúo examinándose, viéndose sorprendido por el estado tambaleante de su vida forzada. Tal vez era su inmortalidad, pero el seguro no tenía preocupaciones de peligro.
Le solicité a la regresora una vez más.
— Aprendiz Shei, ¿Estas realmente bien? A este ritmo, el aprendiz Rasch va a estar inconsciente si es dejado así. —
— ¿Entonces…? —
— Él es el único que conoce sobre Tántalo antes de que llegáramos... —
Solo entonces, noté a Azzy bostezando al fondo del salón. Pensando sobre ello, ella estuvo allí también. No es que ella fuera de ayuda.
Me corrijo.
— El único hombre, es decir. Aprendiz Shei. Si tienes alguna pregunta, ahora es tu oportunidad de responderlas. —
— ¿Qué tiene esto que ver conmigo? —
— ¿No tienes curiosidad sobre nada en absoluto? —
— Nada en… —
La Regresora se detuvo a media habla, rememorando algo en su cabeza.
“No. Desde que el no muerto se levanto, hay algo que quiero confirmar.”
Al final de ese pensamiento, las memorias de la regresora comenzaron a retroceder hacia el pasado.

Capitulo 44

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