Capítulo 388: Triunfo (2)

Maldita reencarnación (Novela)

Capítulo 388: Triunfo (2)


 


 


 


El clan Lionheart.


 


 


 


Los ilustres descendientes de Vermouth, el grande.


 


 


 


Los guerreros más grandes del continente.


 


 


 


Era una familia a la que todos los aspirantes a caballeros soñaban servir.


 


 


 


Naturalmente, los caballeros de la familia Lionheart eran formidables. La orden de los caballeros del león blanco son un grupo de caballeros que sirven directamente a la rama principal de la familia Lionheart. Hace algunos años, los caballeros del león negro habían sido un gripo de elites selectas que no pasaban del centenar. Aún así, después de una rebelión dentro del Castillo del castillo del león negro, ellos atravezaron una reorganización sustancial y sus filas aumentaron.


 


 


 


“Buenos días”, dijo Straut segundo en voz alta.


 


 


 


Sus ojos se abrieron con asombro. En un recuento casual, el número de guerreros pertenecientes a la familia Lionheart superaban en número a los de los caballeros del dragón blanco del imperio Kiehl. Era una fuerza tan abrumadora que, si se revelaban, podrían desafiar no sólo al imperio Kiehl sino también al Imperio Sagrado.


 


 


 


“¿Siempre han tenido estos números?” preguntó Straut segundo.


 


 


 


“Parece que han traído a cada efectivo que pudieron encontrar. Veo a casi un centenar con el emblema del León blanco y ellos podrían ser caballeros aprendices,” respondió Alchester.


 


 


 


Solo fue una deducción de Alchester. Gilead inmediatamente reunió toda la fuerza de su familia después de escuchar las noticias sobre la conversión de Iris en la reina demonio en el mar del sur y su subsecuente subyugación por Eugene Lionheart. Él se quedó atrás con el minimo indispensable de guardias en el Castillo del león negro. Incluso los ancianos que se habían retirado hace tiempo se armaron a sí mismos y acataron la convocatoria de la rama principal.


 


 


 


Sin embargo, no eran solo los caballeros aprendices de los caballeros del león blanco quienes fueron movilizados, también aquellos de las líneas colaterales que aúno no habían entrado en los caballeros del león negro. Gilead, también había tomado medidas para contrarrestar las circunstancias imprevistas. Aunque parecía poco probable que el rey demonio de la encarcelación se interpusiera, era imposible saber cuáles serían las repercusiones que habría después de la subyugación del primer rey demonio en trescientos años. Nadie sabía cómo reaccionaría Helmuth.


 


 


 


“¿...Nuestras fronteras están seguras?” preguntó Straut segundo después de aclarar su garganta.


 


 


 


La familia Lionheart disfrutaba de muchos privilegios en el Imperio Kiehl. A cambio, la familia Lionheart ofreció muchas cosas, una de las cuales era la protección de la frontera más al sur del imperio, las Montañas Uklas.


 


 


 


“Sí. Estamos manteniendo las fuerzas necesarias para que esté seguro”, respondió Gilead.


 


 


 


“No hay necesidad de preocuparse por ese frente”, contestó Ivatar, quien había estado parado a cierta distancia de ellos.


 


 


 


Él se acercó a grandes zancadas, después hizo una ligera reverencia ante el emperador y Gilead.


 


 


 


“Yo soy el jefe de la Tribu Zoran, Ivatar Jahav”, dijo Ivatar.


 


 


 


La idea de que un bárbaro del bosque pudiera hablar tan fluidamente tomó a Straut segundo por sorpresa. Él miró a Ivatar con una ceja levantada.


 


 


 


“Ha pasado un tiempo” - respondió Gilead. Él reconoció a Ivatar. Aunque brevemente, ambos intercambiaron saludos cuando Ivatar visitó por última vez el estado Lionheart.


 


 


 


Además, no hace mucho tiempo, Ivatar había entregado una cantidad significativa de trofeos de guerra a la mansión Lionheart.


 


 


 


“Aún tenemos que controlar todo el bosque del caos, pero hemos enviado guerreros a la frontera de nuestro lado. Difícilmente habrá algún movimiento desde el bosque de Samar a través de las Montañas Uklas” - Declaró confiadamente Ivatar.


 


 


 


Aunque no era una garantía absoluta, las palabras de un jefe tribal al borde de la unificación del Gran Bosque tenían un peso significativo. Straut segundo sintió el enorme lazo entre Ivatar y la familia Lionheart y compuso su expresión. A él podría no agradarle el joven jefe de los salvajes, pero los sentimientos personales tenían que ser puestos de lado por el imperio.


 


 


 


“Gracias por su cooperación. Aunque nos hemos reunido en un lugar como este, no nos hemos reunido sólo para este tipo de discusiones… Jefe Ivatar. Una vez que los problemas del bosque estén resueltos, déjenos convocarlo para estas reuniones formalmente” - Sugirió Straut II solemnemente.


 


 


 


“No debería tomar mucho tiempo” - Respondió Avatar con una sonrisa.


 


 


 


“Um… Ahem… Dada la larga travesía que todos emprendieron, sugiero… que en lugar de quedarnos aquí de pie, nos movamos a dentro” - Oseris trato de calmar su corazón acelerado e hizo señas para que todos entraran una vez más.


 


 


 


Exceptuando a los Escorpiones de arena de Nahama, las mejores ordenes de caballería del continente estaban reunidas en un solo lugar. Además, el jardín del palacio real estaba lleno de poderosos gobernantes que fácilmente podrían desvanecer la autoridad de la familia real Shimuin.


 


Poco más de un millar estaba reunido. Pero no podía ser considerado un simple millar. Incluso una fracción de ellos podría derribar Sudoru, la capital de Shimuin, y capturar el palacio.


 


 


 


Cuanto más se daba cuenta Oseris de este increíble hecho, más sentía un miedo abrumador. Aunque los instó mientra sudaba frio, ni una sola alma se estaba moviendo.


 


 


 


“A riesgo de ser irrespetuoso, debo preguntar,” - dijo un hombre joven que portaba una gran espada con forma de cruz mientras daba un paso hacia adelante.


 


 


 


Él era un hombre joven en apariencia, con un crecimiento aparentemente atrofiado. Sin embargo, él sostenía la posición de comandante de los caballeros de la cruz sangrienta de Yuras, la más fuerte orden de caballería en el Imperio Sagrado. Su nombre era Raphael Martinez y sus ojos jóvenes estaban desprovistos de cualquier destello de vida mientras miraba intensamente a Oseris.


 


 


 


“¿Shimuin adora el mal?” - Preguntó Raphael aparentemente de la nada.


 


 


 


“¿Qué…? ¿Qué quieres decir? - Respondió Oseris con una mirada incrédula.


 


 


 


“¿Estás de luto por la muerte del rey demonio?” - Inquirió Raphael.


 


 


 


“¿Por qué de repente…?” - Oseris estaba completamente asombrado.


 


 


 


“Su majestad, estoy preguntando si usted y su familia real son herejes” - Preguntó Raphael contundentemente. Ni siquiera dudo por un segundo en decir esas palabras impactantes.


 


 


 


Oseris se quedó boquiabierto ante la flagrante e ilógica acusación.


 


 


 


“¡¿De qué demonios estás hablando?!” - Pregunto desconcertado.


 


 


 


Osiris estaba genuinamente sorprendido. Si hubiese sido otro caballero, se habría sentido ultrajado. Pero la identidad de Raphael como comandante de los caballeros de la cruz sangrienta lo hizo retroceder. El Papa estaba mirándolos intensamente,lo que sólo añadió una presión inmensa.


 


 


 


“¿Su majestad no fue quien creó la formación de la fuerza especial que derrotó al rey demonio?” Inquirió Raphael.


 


 


 


“Eso es–” 


 


 


 


“Aún así su cara está llena de ansiedad” - Continuó Raphael sin permitir que Oseris tuviera un momento para hablar.


 


 


 


“Eso es porque—”


 


 


 


“Su majestad debe haber escuchado las noticias sobre la desaparición del rey demonio antes de que llegáramos. Nosotros observamos a los ciudadanos de Shimuin mientras viajabamos al palacio. Ellos estaban preparando jubilosamente una celebración en honor de la subyugación” - Denoto Raphael.


 


 


 


“Eso—”


 


 


 


“¿Por qué el palacio real de Shimuin está tan silencioso, entonces? Eugene Lionheart, el héroe escogido por la Luz, ha derrotado al rey demonio. ¿Por qué no hay regocijo en este palacio?” - Cuestionó Raphael.


 


 


 


Su bombardeo de preguntas era implacable y él continuó hablando sin descanso. Osiris quería replicarle en cada oportunidad, pero la recriminación continua de Raphael no le dió oportunidad de hacerlo.


 


 


 


“Reconozco que mis preguntas pueden ser imprudentes. Aún así, la completa carencia de alegría visible de su majestad aumenta mis preguntas. Y es por eso que debo preguntar. ¿Tal vez usted lamenta la muerte del rey demonio? ¿Usted adora al Rey demonio de la encarcelación que gobierna sobre Helmuth? ¿Toda la familia real ha sido encantada por el mal?” - Señaló Raphael mientras daba otro paso hacia adelante.


 


 


 


Aunque su figura era pequeña y joven, la mirada de Raphael ardía con un fervor que era alimentado por su profunda fé.


 


 


 


“¡E-Esas afirmaciones son absurdas!” - El rey Osiris finalmente logró hacer una réplica.


 


 


 


“Entonces,” - El Papa Aeuryus era quien hablaba, ofreciendo una sonrisa benevolente mientras dibujaba el símbolo de la santidad en su pecho- “Vamos a unirnos para preparar una gran recepción para el regreso del héroe.”


 


 


 


“...” - Osiris miró en silencio como la situación daba giros inesperados.


 


 


 


“No he recorrido todo el camino hasta esta nación para tener una charla casual dentro de los muros de su palacio. ¿Eso no es igual para todos los que estan aquí? - Cuestionó Aeuryus mientras miraba a su alrededor.


 


 


 


Una de las razones por las que todos habían traído sus tropas de élite era para contrarrestar el movimiento imprevisto de Helmuth. Sin embargo, esa no era la única razón.


 


 


 


Quien derrotó al rey demonio fue el héroe elegido por la Luz, Eugene Lionheart, y la santa, Kristina Rogeris. El Papa tenía grandes planes de publicitar este gran evento a todo el mundo. Él declararía la gracia y presencia tangible de la Luz en el mundo.


 


 


 


“Nuestros hechiceros prepararán los fuegos artificiales” - Declaró el rey Daindolf, aprovechando el silencio momentáneo.


 


 


 


Para ser honesto, Daindolf no tenía la intención de embarcarse en diálogos extendidos con el emperador o el Papa dentro de los confines del palacio.


 


 


 


“Si hay trabajo pesado por hacer, solo dilo” -Dijo Aman soltando una risilla- “No solo a mi, también a los Colmillos. Ellos básicamente son inútiles cuando se trata de fuerza bruta.”


 


 


 


Desde el momento en que el Papa fue mencionado en la recepción, la atmósfera cambió instantáneamente. Las discusiones sobre las preparaciones del festival surgieron. Oseris se sintió arrinconado. Él ya no estaba en posición para negarle a nadie las festividades. Él no podía decir que no pensaba celebrar porque le preocupaba la advertencia de Helmuth.


 


 


 


Eso era especialmente agotador ya que Raphael lo miraba con el ceño fruncido, con una mirada cargada de intensidad desconcertante. Se sentía como si él ya estuviera listo para sacar su espada tan pronto como Osiris dijera la palabra “Helmuth”.


 


 


 


“Nosotros… Nosotros debemos tomar todas las medidas de seguridad necesarias” - Osiris finalmente logró salir del apuro mientras se secó el sudor frío.


 





 


***


 


 


 


Tal como habían hecho en su partida, el grupo usó magia para acelerar su transporte. Como resultado, el tiempo de viaje fue reducido a más de la mitad.


 


 


 


“Qué espectáculo” - Remarcó Eugene con sus brazos cruzados sobre el mástil.


 


 


 


La isla principal de Shimuin, la isla Shedor, estaba a la vista. Incluso desde su distancia, su vibrante bullicio era evidente.


 


 


 


Durante su travesía, ellos se encontraron con barcos militares de Shimuin y algunos comerciantes. Todos anunciaban las preparaciones para una gran festividad en Shedor mientras disparaban cañones hacia el cielo para saludar a los héroes. Los barcos militares incluso dispusieron sus tripulaciones en la cubierta y los saludaron con gritos de lealtad.


 


 


 


“Se siente como en los viejos tiempos, ¿No?” - Dijo Sienna riendose mientras volaba hacia él.


 


 


 


Hace trescientos años, después de derrotar al primer rey demonio, ellos brevemente regresaron al continente para descansar y reponer suministros. El rey de Serfin, ahora miembro de la alianza anti-demonios, había abierto las puertas de la ciudad para darle una gran bienvenida a los héroes.


 


 


 


“¿Recuerdas el baile de salón?” - Dijo Sienna con una sonrisa agridulce mientras se sumergía en sus recuerdos.


 


 


 


El mundo estaba desesperado hace trescientos años y no había encontrado mucha esperanza en Vermouth y sus camaradas, principalmente porque los demonios y los reyes demonios superaban por mucho la fuerza humana.


 


 


 


Aún así, contra toda probabilidad, el héroe y sus camaradas regresaron después de asesinar a un rey demonio. Aunque el rey demonio que era el de más bajo rango, el hecho de que habían derrotado a uno de los adversarios más formidables del mundo era algo remarcable. Eso se había convertido en un rayo de esperanza en una era eclipsada por la desesperación.


 


 


 


“Los nobles de aquella era siempre fueron arrogantes. Solo estaban interesados en asociarse con nosotros. ¿Recuerdas cómo nos acosaron solo para tener un baile con nosotros?” - Destacó Sienna.


 


 


 


“Si, lo recuerdo. Había una línea de señoritas nobles muriendo por bailar conmigo en ese entonces.” - Bromeó Eugene.


 


 


 


“¿Crees que era diferente para mí?” - Replicó Sienna.


 


 


 


“Es por eso que bailé contigo.” - Dijo Eugene.


 


 


 


-Es… Es demasiado trabajo rechazarlos, ¿Qué tal si tú y yo bailamos juntos?


 


 


 


-¿Ya estás borracho…?


 


 


 


Sienna abofeteó a Eugene después de decir eso. Eugene rió entre dientes mientras recordaba el momento.


 


 


 


“Ahora que lo pienso, realmente no sabía cómo bailar” -Dijo Eugene.


 


 


 


“¿Cómo puedo ser tan buena cuando yo nunca he bailado antes? ¿De verdad crees que bailaste mejor?” Contestó Sienna.


 


 


 


Hace tres siglos, Hamel era un campesino y había vivido la vida de un mercenario. Bailar no era una habilidad que alguien tendría en ese campo. Por el contrario, al haber crecido entre los elfos en el bosque, Sienna nunca había aprendido a bailar.


 


 


 


“Ahora, yo bailo bastante bien” - Declaró Eugene confiado mientras inflaba su pecho.


 


 


 


Ser un Lionheart significa que él provenía de una de las familias nobles más prestigiosas. Por tanto, Eugene fue entrenado en las artes y etiquetas de la nobleza desde una edad joven. Esto incluía bailar en grandes salones.


 


 


 


“Yo aún no puedo bailar” - Replicó Sienna dándole una larga mirada a Eugene.


 


 


 


Durante su tiempo en Aroth, Sienna raramente asistió a las fiestas. Y en esas raras ocasiones cuando ella dijo -no porque quisiera hacerlo- nunca bailó.


 


 


 


“Eso no importa. Yo soy un buen bailarín. Te guiaré. Solo toma mi mano y sígueme” - Dijo Eugene sin pensarlo mucho, pero esas palabras tuvieron un profundo impacto en Sienna.


 


 


 


Sus ojos se abrieron por la sorpresa. Ella instintivamente retrocedió, sus labios se abrieron ligeramente como si preguntara “¿Me estás pidiendo bailar ahora?”


 


 


 


Ella rápidamente se compuso y cerró su boca. No quería ofrecerle a Eugene una oportunidad para poner excusas torpes y refutar sus palabras.


 


 


 


“Eso no puede pasar” - Se dijo Sienna a sí misma.


 


 


 


Ella mantuvo la calma y tomó asiento al lado de Eugene. Mientras tanto, su barco se acercó a la isla y los preparativos para desembarcar alcanzaron su apogeo.


 


 


 


¡Boom!


 


 


 


Era un fuego de celebración disparado desde un cañón sobre la ciudad. Los brillantes fuegos artificiales mágicos iluminaron el cielo a plena luz del día. Uno tras otro, los cañones coloreaban los cielos mientras los hechiceros dirigian las llamas para formar letras en el cielo.


 


 


 


Para el héroe Eugene y Sienna la sabia…


 


 


 


Eugene cerró sus ojos, eligiendo no leer el gran letrero. Aún así, las letras continuaron formándose en el aire.


 


 


 


“El Papa está aquí” - Observó Kristina, entrecerrando los ante el puerto adornado.


 


 


 


Filas de caballeros sagrados se colocaron en posición, con el Papa claramente visible entre ellos. Entre los más llamativos estaban las decenas de clérigos de batalla, la unidad de élite conocida como “Resplandor elegante”. Cada miembro había sido seleccionado cuidadosamente por Anise y Kristina y entrenado por Raphael.


 


 


 


[Ahora veo su juego. Ellos desean presumir la destreza de Resplandor elegante y demostrar que Yuras se había preparado para la santa] Reflexionó Anise.


 


 


 


Resplandor elegante era un grupo selecto dentro del Pacto Luminoso. Ellos eran esencialmente fanáticos que estaban dispuestos a desechar sus vidas por la palabra del héroe y la santa. Sus números eran limitados… Pero en tiempos de guerra, ellos se multiplicaban varias veces. Ellos no habían sido movilizados durante la batalla contra el rey demonio de la furia, pero algún día lo harán. Sus vidas son combustible para el asalto en Babel.


 


 


 


“...”


 


 


 


Ciel tragó saliva mientras miraba el puerto. Habían incontables personas a la vista. Esto era un despliegue de todo el poder de los Lionhearts. La vista de los miembros de su familia hizo que el corazón de Ciel latiera con fuerza.


 


 


 


“Nuestros padres están ahí” - Gruñó Eugene mientras se ubicaba al lado de Ciel.


 


 


 


Además al lado de Gilead estaba Gerhard, quien estaba vestido con un traje formal y portaba una espada.


 


 


 


Eugene río y le susurro a Ciel: “Mi padre probablemente ya olvidó como empuñar esa espada.”


 


 


 


Ciel no respondió.


 


 


 


“¿Por qué estás tan tensa?” - Dijo Eugene mientras tocaba ligeramente el hombro de Ciel.


 


 


 


“Tal vez debería haber usado un parche en el ojo” - Refunfuñó Ciel mientras atracaba. Su ojo izquierdo era de un color diferente y ella era muy consciente de ello.


 


 


 


“Idiota, eso atraería aún más atención” - Dijo Eugene.


 


 


 


“Sería grandioso si la magia pudiera cambiarlo.”


 


 


 


Ella ya lo había intentado muchas veces, pero ni siquiera la magia de Sienna pudo alterar el color del ojo demoníaco. Además, cambiar el ojo derecho para que coincida con el izquierdo hizo que ambos ojos parecieran demasiado apagados e incluso más llamativos.


 


 


 


“Levántate” - Murmuró Carmen mientras colocaba un cigarrillo en su boca. Ella se mantuvo erguida junto a ellos.


 


 


 


“Has regresado después de eliminar a un rey demonio. El emperador y el Papa están aquí para honrorte y festejarlo.”


 


 


 


Ella dirigió su mirada a Eugene y penso: “Tú, el león negro, Eugene Lionheart.”


 


 


 


Eugene la miró en silencio.


 


 


 


“Mira al cielo” - Indicó Carmen, llena de orgullo mientras miraba hacia arriba.


 


Siguiéndola, Eugene miró hacía arriba y vió:


 


 


 


El héroe Eugene Lionheart.


 


 


 


Sobre las letras mágicas brillantes, el emblema de la familia Lionheart estaba siendo impreso.


 


 


 


“El gran Lionheart” - Declaró Carmen con fervor. Ella golpeó el lado izquierdo de su pecho, donde estaba grabado el emblema familiar.


 


 


 


“El gran… Eugene Lionheart”, proclamó.


 


 


 


Eugene estaba boquiabierto en ese momento.


 


 


 


“El gran león negro”.


 


 


 


Eugene tosio, casi se ahoga con su propia vergüenza.


 


 


 


Sin importar cuantas veces lo meditó, no pudo evitar pensar que Carmen se estaba burlando a propósito de él.


 




Capítulo 388: Triunfo (2)

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